El supuesto cabecilla de la banda de 14 rumanos contra la que ha empezado un macrojuicio en la Audiencia Provincial de Albacete, Valentín B., de 26 años, ha negado su participación en los 25 robos en viviendas y naves agrícolas de la comarca de La Manchuela de los que los acusan.
Con la declaración del supuesto jefe de la banda se ha abierto el juicio que está señalado para 12 jornadas de este mes de febrero.
Antes de empezar la declaración del principal acusado, su abogada ha pedido renunciar a la defensa de Valentín B., porque él había perdido la confianza en ella y se negaba a que le representara, lo que no ha sido admitido por el presidente de la sala, Eduardo Salinas.
En total, son 14 los acusados, aunque en la sala han comparecido 10 y el juicio ha comenzado con la declaración del supuesto cabecilla quien, a preguntas del fiscal, ha negado «totalmente» su participación en cada uno de los 25 robos a los que se refiere el escrito de acusación.
Valentín B. ha explicado que de lunes a jueves no trabajaba y que los fines de semana lo hacía de portero en un local de Villalgordo del Júcar (Albacete), aunque ha precisado que no recordaba el nombre del local.
Y sobre los objetos robados que fueron encontrados en el registro de la Guardia Civil en su domicilio ha insistido en que él los compraba en Albacete.
«Compraba cosas para venderlas y así me buscaba la vida», ha detallado el acusado, que ha admitido que tenía hasta tres coches a su nombre.
Ha negado que estuviera en los lugares de los robos -en localidades como Tarazona de la Mancha, Golosalvo o Cenizate, en la provincia de Albacete- y que si alguna vez estuvo en ellas era «porque pasaba por allí», pero que no fue «a robar».
Durante la vista oral se juzgará a 14 personas, nueve de ellas acusadas de conformar el grupo criminal y cinco procesadas por haber adquirido el material que robaban, para los que el fiscal pide distintas penas, la más alta, 14 años y medio de cárcel para el considerado cabecilla de la banda.
A Valentín B y otros ocho procesados se les acusa de haber conformado un grupo organizado «estable y coordinado» que desde finales de 2011 y hasta mediados de 2012 robó en viviendas, fincas y naves de 12 poblaciones -11 de Albacete y una de Cuenca, Casasimarro-, de donde se llevaron maquinaria agrícola, herramientas, electrodomésticos y televisores, entre otros efectos.
Según el escrito de acusación del fiscal, la banda se repartía las funciones de «reconocimiento de la zona» previas al robo y aprovechaban «las horas nocturnas, vísperas y festivos» para actuar, utilizando después vehículos «lanzadera» que advertían de posibles controles policiales a las furgonetas donde transportaban el material robado.
La acusación describe robos ejecutados en Madrigueras (cinco veces), Tarazona de la Mancha (cuatro) y el resto hasta 25, en Golosalvo, Fuentealbilla, Villalgordo del Júcar, Alborea, Abengibre y Albacete capital, hasta la detención de la banda en mayo de 2012.