Quiso la mala fortuna que el fuego recalase de nuevo en Castilla-La Mancha con un incendio de considerables dimensiones. Y propició la casualidad que se produjera justo cuando iba a comenzar el juicio contra los excursionistas acusados de provocar el trágico incendio de la Riba de Saelices, en Guadalajara, que se cobró la vida de 11 agentes forestales y que acarreó duras críticas al Gobierno de José María Barreda, al frente de la Junta cuando aquel triste suceso.
El domingo 1 de julio se desencadenó el fuego en la localidad albaceteña de Hellín, desde donde se propagó a diversas aldeas de la zona y se extendió a la comunidad vecina de Murcia. Ese mismo día el consejero de Presidencia y Administraciones Públicas, Leandro Esteban, competente de la comunidad autónoma en materia de protección civil, se trasladó al lugar para supervisar personalmente las tareas.
Esta misma jornada, desde primera hora de la mañana, la propia presidenta de la Junta, María Dolores de Cospedal, se desplazaba también a lugar del suceso, donde ha visitado las zonas más afectadas y ha hablado con los vecinos que habían sido desalojados de sus casas.
Allí se encontraba también la consejera de Agricultura, Marisa Soriano, responsable de la política antiincendios en Castilla-La Mancha, que se desplazaba a Hellín a eso de las ocho de la mañana para supervisar personalmente el funcionamiento del operativo encargado de acabar con el fuego, que a primera hora de la tarde del lunes se había cobrado ya unas 8.000 hectáreas en una zona de alto valor ecológico y paisajístico.
También pudo verse visitanto la zona esta mañana a los ministros de Agricultura, Miguel Arias Cañete; y Defensa, Pedro Morenés, ya que intervienen en la extinción miembros de la Unidad Militar de Emenergencia (UME).
Como decíamos al principio, la coincidencia del juicio por el incendio de Guadalajra con la del fuego de Hellín ha hecho inevitables las comparaciones entre el proceder ante el primer suceso de estas características que tuvo que afrontar el Gobierno Barreda y la manera en que se ha llevado el asunto desde el Ejecutivo Cospedal.
COSPEDAL RECORRIÓ EL PERÍMETRO QUEMADO
Está claro que el PP, que ha realizado duras críticas desde entonces por la gestión de aquel incendio desde el punto de vista de las instituciones autonómicas y los responsables políticos de ellas, tenía la lección aprendida. Tanto la presidenta como los miembros del Gobierno relacionados con el asunto han estado al pie del cañón y hablando personalmente con los responsables de intervenir en la extinción como con los vecinos afectados por el fuego.
La presidenta recorrió el perímetro quemado, supervisó los trabajos de extinción y se ocupó de conocer en primera persona los partes de evolución del siniestro que iban dando los técnicos y los bomberos. De hecho, Cospedal fue la gran ausente de la reunión que como cada lunes celebra el Comité Ejecutivo Nacional del PP y que hoy tenía lugar en Sevilla, ya que optó por permancer en Hellín. No se hubiera entendido otra decisión.
Cospedal destacó al mediodía que en las labores de extincinón «ha habido más medios y más coordinación que nunca» y alabó la labor de de los miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME), de los integrantes del grupo de extinción de incendios de la Junta, de los bomberos de la Diputación de Albacete, y de los voluntarios de Protección Civil», a quienes calificó como «unos profesionales absolutamente fantásticos, que están trabajando muy bien».
Por su parte, Morenés y Arias Cañete también destacaron la colaboración entre efectivos y medios de distintas administraciones. Los titulares de Agricultura y Defensa sobrevolaron las zonas afectadas por incendios en estos momentos en España, tanto en Valencia como Murcia y Castilla-La Mancha.
Morenés destacó especialmente «la cooperación ciudadana de alcaldes y de sus comunidades con quienes están trabajando y haciendo este esfuerzo, muchas veces con grave riesgo de sus vidas». Y Arias Cañete insistió en la necesidad de que los ciudadanos en estas fechas extremen las precauciones, ya que «cualquier pequeño riesgo o imprudencia coloca la vida de muchas personas que están luchando contra el fuego en situaciones muy difíciles».
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