Está considerado un peligroso grupo criminal que, supuestamente, ha cometido 28 delitos en las provincias de Toledo y Madrid. Y ha sido desarticulado por la Guardia Civil dentro de la operación Javilo. 11 personas han sido detenidas y se han llegado a realizar nueve registros en los que se ha recuperado material y vehículos de alta gama por valor de más de un millón de euros, además de armas de fuego cortas y largas, numerosa munición, tres kilos y medio de hachís, 60 gramos de speed, 10 gramos de cocaína, plantas de marihuana y otros efectos, tal y como ha informado la Dirección General de la Guardia Civil.

Delitos que son robos con fuerza en las cosas, robos de vehículo, tenencia ilícita de armas, hurto de placa de matrícula, contra la salud pública, falsificación de documentos, contra la seguridad del tráfico y atentado contra agente de la autoridad.

Y que fueron cometidos en las localidades de Toledo, Ajofrín, Seseña, Fuensalida, Chozas de Canales y Olías del Rey, todas en la provincia de Toledo; y en Boadilla del Monte y Torres de la Alameda, en la Comunidad de Madrid.

Fue en octubre cuando los agentes detectaron un aumento de los delitos de robo con fuerza, comprobando que los delincuentes actuaban de forma especializada y violenta, por lo que se puso en marcha una operación de la que se hizo cargo la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Toledo.

Vieron que, efectivamente, era un grupo criminal muy activo y violento que utilizaba para delinquir coches robados de alta gama y que sus objetivos principales eran aquellos donde podían encontrar elementos de alto valor y rápida salida en el mercado negro.

Los componentes del grupo eran personas con vinculación de amistad, vecindad e incluso familiares que estaban establecidos en diferentes barrios de la zona sur de Madrid. Y que estaban dirigidos por dos personas que eran quienes determinaban lo que se hacía y quién iba a participar en los delitos, contando siempre con delincuentes experimentados y especializados.

Robo de 3.000 teléfonos móviles en una nave de Seseña

El 26 de abril se cometió un robo en una nave de Seseña, de la que se llevaron cerca de 3.000 terminales de teléfonos móviles de alta gama, valorados en nada menos que 600.000 euros. La acción duró pocos minutos y lo llevó a cabo un grupo numeroso de personas.

Los agentes lograron localizar el lugar donde habían ocultado el material, que era una nave situada en un polígono industrial de Torres de la Alameda, en Madrid. Por lo que montó un dispositivo para llevar a cabo la primera fase de la operación, realizando un registro y deteniendo a uno de los cabecillas y a tres hombres más, logrando recuperar casi la totalidad de los móviles sustraidos, además de armas de fuego, munición y coches robados.

La investigación los llevó a varios domicilios de una misma localidad de Madrid y en junio detuvieron al resto de los componentes del grupo, cinco hombres y una mujer sobre quien ya existía una orden judicial de búsqueda y detención por un supuesto delito de robo con violencia e intimidación.

Ya en julio arrestaron al segundo cabecilla del grupo y último integrante del grupo justo cuando abandonaba un Juzgado de Madrid por otros hechos delictivos.

En los registros efectuados los agentes encontraron también placas falsas del Cuerpo Nacional de Policía, además de herramientas y ropa utilizadas para los robos.

Una operación compleja, ya cerrada, en la que han colaborado la UOPJ de la Guardia Civil de Toledo, la Usecic de la misma comandancia, el GRS número 1 de Valdemoro, el GRS número 3 de Valencia, el GRS número 5 de Zaragoza, patrullas de Seguridad Ciudadana de las provincias de Toledo y Madrid y la Policía Local de Torres de la Alameda (Madrid).