Tras casi dos días con las llamas haciendo trizas una zona arbolada cercana a Barchín del Hoyo (Cuenca), parece que el incendio está cerca de quedar estabilizado y posiblemente no superará las 2.000 hectáreas a las que, de momento, ya ha afectado el fuego.
Así se ha pronunciado el consejero de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha, José Luis Escudero, a través de un tuit donde ha informado de que los trabajos de contención están dando sus frutos y el incendio «está próximo de darse por estabilizado».
El consejero también ha informado de que, «a falta de una medición exhaustiva, parece que no se superarán las 2.000 hectáreas».
Nivel 1, llegó la UNE, medios aéreos de Valencia…
El despliegue en este incendio está siendo increíble. El jueves a primera hora de la mañana continúan en las tareas de extinción un total de 40 medios y 240 personas. El incendio se declaró a las 14.25 del pasado martes 30 de julio y desde entonces han participado un total de 132 medios, 24 aéreos, y casi 700 personas.
Y es que como quien dice en el incendio de Barchín del Hoyo no ha faltado nadie. Ayer por la mañana se declaraba el nivel 1 en el incendio porque las llamas estaban afectando gravemente a bienes forestales.
Durante la mañana llegaban más refuerzos, y es que la Unidad Militar de Emergencias (UME) llegó también a la zona a echar un cable, en total 136 militares con seis autobombas, dos nodrizas y un helicóptero se incorporaron a las tareas. Se movilizaron también medios aéreos de la Comunidad Valenciana por la tarde y varias BRIF del Ministerio también han estado colaborando en las tareas de extinción, sin olvidarnos de los locales, todos los medios que ha puesto el Plan Infocam, así como los Agentes MedioAmbientales de Castilla-La Mancha, los Bomberos de Cuenca…
Porque el incendio de Barchín del Hoyo está siendo de unas proporciones importantes y el humo se podía ver y percibir desde municipios a más de 50 kilómetros de la zona, como es el caso de Huete. Un humo que obligó a los vecinos de Piqueras del Castillo a quedarse encerrados en sus casas porque la humareda había tomado sus calles.