El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz considera que los tres terroristas detenidos esta semana y a los que ha enviado a prisión podían estar preparando «algún tipo de acción de carácter o finalidad terrorista», atendiendo al explosivo incautado y al material audiovisual que se está analizando. Así lo indica el juez en el auto que ha dictado hoy en el que decreta la prisión de los dos rusos de origen checheno, detenidos el jueves junto a un ciudadano turco, Cenzig Yalcin, al que ya envió a la cárcel el viernes por tenencia de explosivos con fines terroristas.
Ruz basa su sospecha de que estuvieran planeando un atentado en el hallazgo de un «artefacto explosivo» de «grave potencialidad lesiva», según el informe aportado por los Tedax, en el domicilio del turco, un chalé propiedad de su mujer en La Línea de la Concepción (Cádiz).
En el auto destaca que el vínculo entre los tres detenidos y el hallazgo en el chalé de ese artefacto, además de las fotos de carné de los dos rusos y material audiovisual que se está analizando, pueden «sugerir la preparación de algún tipo de acción de carácter o finalidad terrorista».
Según avanzó el ministro del Interior con motivo de las detenciones, el material explosivo incautado era suficiente para «destrozar un autobús», y reveló que los tres supuestos terroristas podrían estar planeando un atentado en España o en otros países de Europa.
A los dos chechenos, Eldar Magomedov -alías «Ahmad Avar» y «Muslim Dost«-, y Muhamed Ankari Adamov, Ruz les imputa pertenencia a organización terrorista y tenencia de explosivos tras haberles prorrogado 48 horas su arresto el pasado viernes a la espera del resultado de nuevas diligencias de investigación.
Por medio de esas pesquisas, se ha podido «constatar la relación de los detenidos con otros individuos previamente investigados por sus vínculos con organizaciones terroristas» y han sido parcialmente reconocidos por ellos, como es el caso de un testigo protegido en Estados Unidos, indica el juez en su auto.
No obstante, el secreto sumarial y «la buena marcha de la cooperación judicial» aconsejan «no profundizar ahora respecto de tales vínculos», explica el juez en su auto, al señalar que «en todo caso (los vínculos) se constatan como evidentes y de relevancia».
Gracias a esa colaboración judicial, también se ha podido obtener la verdadera identidad del checheno que se identificó como Ahmad Avar y cuyo verdadero nombre es el de Eldar Magomedov, al que las autoridades rusas vinculan con «organizaciones terroristas de carácter internacional, ubicándole a partir de 2010 en el territorio de Pakistán y Afganistán», señala el juez en su auto.
Además, las autoridades estadounidenses han aportado información facilitada por un testigo protegido que dice conocer a Magomedov por el nombre de Muslin Dost, «a quien se atribuye la participación en actividades de carácter terrorista en 2010».
Para el juez, es sospechosa la conducta de los dos chechenos que primero viajaron a Francia y después se trasladaron a España entre abril y mayo, «permaneciendo durante este tiempo sin actividad alguna» alojados en el chalé del turco, «más allá de las clases recibidas en instrucción de técnicas de vuelos en parapente sin motor», que les fueron abonadas por Yalcin.
Los dos chechenos fueron arrestados en Almuradiel (Ciudad Real) en una parada del autobús que cubre la ruta entre Cádiz e Irún, viaje que tampoco «ha podido ser explicado de manera lógica o racional».
Ambos alegaron que estaban haciendo gestiones para pedir el asilo político, lo que no ha sido corroborado «por fuentes oficiales» ni por el abogado con el que dijeron haberse informado de esos trámites, y el juez observa además contradicciones en sus declaraciones sobre el pago del alquiler de la vivienda en que residían y sobre la relación que mantenían con el tercer detenido.