Es quizás el método más extraño, o uno de los que más, que se haya utilizado para robar. Porque no esgrimía arma alguna, al menos en sus primeros intentos, sino nota manuscrita en la que amenazaba a sus víctimas… Aunque no le salió nada bien. Ha ocurrido en Albacete, donde la Policía Nacional ha detenido a un hombre, cuyas iniciales son F.J.J., de 28 años, como presunto autor de varios robos con intimidación en panaderías y bancos situados alrededor de la Feria, tal y como ha informado la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha.

Fue el 4 de abril cuando, a media mañana, se cometieron tres robo, dos de ellos en sendas entidades bancarias y un tercero en una panadería del barrio El Pilar.

La nota manuscrita como amenaza que no surtió efecto

En el primero, tras esperar su turno en la cola de un banco, se acercó al mostrador simulando no poder hablar, momento en el que le mostró a la empleada una nota manuscrita en la que le amenazaba, al tiempo que dejaba una bolsa de plástico negro donde ella debía introducir el dinero. Pero como recibió una negativa por respuesta, se marchó.

A los pocos minutos repitió la misma maniobra en una segunda entidad bancaria, donde recibió la misma contestación. Pero minutos más tarde cambió de local, se fue a una panadería, y aquí sí consiguió intimidar a la empleada, quien le entregó la recaudación.

Los agentes de Policía intuyeron que se podría tratar de un delincuente poco conocido y que reiteraba sus robos debido al poco botín que había conseguido, por lo que se estableció un dispositivo por la zona para tratar de localizarlo.

Y cinco días después, el 9 de abril, sobre la una y media de la tarde volvió a actuar en una panadería, donde con el mismo sistema logró apoderarse de nuevo de la recaudación.

El 12 de abril apareció de nuevo, en esta ocasión intimidando a una empleada de otra panadería, pero el dispositivo policial puesto en marcha no lo detectó. Un día más tarde, de nuevo entró en una panadería e hizo lo mismo.

Y el 20 de abril, ya por séptima vez, intimió a otra empleada de un despacho de pan para llevarse el dinero, pero en esta ocasión mostró un cuchillo.

Fue el 27 de abril cuando tras las vigilancias llevadas a cabo en el barrio El Pilar se identificó al sospechoso, comprobándose que cuenta con 27 detenciones anteriores y que estaba reclamado judicialmente para cumplir una condena, por lo que fue ingresado en la cárcel de Albacete.