La portavoz del PP de Castilla-La Mancha, Carmen Riolobos, ha pedido hoy al Gobierno regional que cree un gabinete de crisis y establezca un protocolo de actuación para proteger la salud de los ciudadanos y el medio ambiente por el incendio del vertedero de neumáticos de Seseña (Toledo).
En rueda de prensa, Riolobos ha sugerido que este gabinete de crisis esté integrado por los consejeros de Sanidad, Educación y el de Agricultura, así como por expertos en protección de la salud y del medio ambiente, y presidido por una autoridad sanitaria.
Riolobos ha justificado la necesidad de crear el gabinete y el protocolo de actuación ante la gestión «patética y bastante irresponsable» que está haciendo el Gobierno regional de esta crisis, que está actuando con falta de información y de transparencia, lo que está generando inseguridad a los vecinos.
A su juicio, se necesita tener «un protocolo claro» de protección de la salud, especialmente de las personas más vulnerables como pueden ser niños, embarazadas o afectados por enfermedades como asma y dar una información precisa a los ciudadanos sobre los resultados analíticos de la calidad del aire.
Para la portavoz regional del PP, es necesario que una autoridad sanitaria garantice que la calidad del aire reúne todos los requisitos y, en este sentido, ha criticado que en los siete días que han transcurrido desde el incendio no haya hablado el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz.
También ha abogado por que se de información sobre los elementos contaminantes más peligrosos, como metales pesados monóxido de carbono u óxido de nitrógeno, que en estos momentos no se está facilitando.
En este sentido, ha asegurado que el PP ha detectado una enorme alarma en la población que está preocupada por su salud, «y esto se debe a la inseguridad, a la falta de información y de transparencia y a la desconfianza hacia las actuaciones del Gobierno de Castilla-La Mancha».
Riolobos ha aseverado que en el ámbito de la garantía sanitaria la sensación que hay ahora es que «la situación está fuera de control», por lo que ha insistido en la necesidad de que hable una autoridad sanitaria y diga «que todo está bien», porque mientras no lo haga se comprende que haya preocupación entre los vecinos.
Asimismo, ha dicho que es necesario que se diga claramente «quién está midiendo la contaminación del aire, qué parámetros se están siguiendo, qué contaminantes se están detectando y qué resultados analíticos se están registrando».
También ha considerado que se debería de establecer un sistema de vigilancia de los contaminantes que están cayendo al suelo y de si hay riesgo de contaminación del agua o de alimentos y ha reclamado que en el seguimiento de la crisis participen expertos del Centro Nacional de Sanidad Ambiental.