El profesor de música del Conservatorio de Cuenca acusado de abusos sexuales, y que se enfrenta a 56 años de prisión, ha confirmado durante el juicio que ha arrancado este miércoles que sí mantuvo relaciones sexuales con una de las víctimas, A.H., pero que «en ningún caso» fueron cuando ella era menor de edad. También ha asegurado que fue ella «quién se acercó» a él e inició las relaciones.
A preguntas de Isabel Gómez, fiscal del caso, el acusado J.M.M.T. ha cuantificado en «5 o 6» las ocasiones en las que mantuvo relaciones sexuales con una de las víctimas. Según la fiscal, la víctima aseguraba en su declaración que el acusado conversaba con ella. Éste ha señalado que la primera conversación con ella fue en agosto de 2009 y que la víctima le mandó una foto suya en la playa con unas piedras negras simulando un piano, diciendo que estaba estudiando en la playa. J.M.M.T ha asegurado que la víctima lo hizo «de forma espontánea».
Ha proseguido declarando que la víctima le mando «una segunda foto en sujetador en 2010», por lo que le preguntó «qué estaba haciendo». Ha asegurado que «esa misma noche» mandó «tres fotos más» y ha asegurado que fue la víctima «la que decía que quería» mandar fotos.
«Teníamos una relación de mucho cariño mutuo, y era ella quién me buscaba a mí», ha proseguido declarando el acusado, afirmando que fue a finales de junio de 2010, cuando había terminado el curso en el Conservatorio y antes de que empezaran las clases en la Universidad Popular de San Clemente, cuando mantuvieron la primera relación sexual.
«A finales de junio de 2010, A.H. vino a mi casa a hacer una clase particular de refuerzo. En un momento dado, pasó mi mujer a la habitación a decir que se iba, y a los 10 minutos A.H. empezó a besarme y nos acostamos», ha sostenido. En ese momento, defiende el acusado, «ya era mayor de edad».
Por otro lado, el acusado ha negado que en el conservatorio mantuvieran relaciones sexuales, «como sí ha declarado la víctima». Ha dicho que ella «nunca estaba reacia a ir a su domicilio», y que nunca cerró la clase por dentro para mantener relaciones sobre la mesa, como asegura la víctima en su declaración. «Siempre era ella la que me requería relaciones sexuales», ha expuesto, reiterando que mantuvieron «cinco o seis relaciones».