La Policía Local de Ontígola ha incautado más de 30 kilos de marihuana que se escondía en el sótano de una vivienda okupada en la localidad y que descubrieron cuando estaban haciendo una intervención para resolver un asunto habitual.
Iban por otros asuntos pero el fuerte olor…
La operación, que tuvo lugar el pasado día 7 de octubre y que contó con el apoyo de la Guardia Civil, se inició cuando dos agentes de la Policía Local de Ontígola se personaron en una zona de chalets de la localidad que se encuentran ocupados ilegalmente, ha informado el Ayuntamiento en nota de prensa.
Los agentes se percataron de que había un fuerte olor a marihuana en la zona y, ante esa evidencia, iniciaron una búsqueda para dar con el lugar de donde procedía dicho olor.
Tras revisar todo el perímetro localizaron un hueco en el suelo frente a una de las viviendas, de unos 20 por 20 centímetros, que estaba cubierto con un tablón y del que salía un fuerte olor a marihuana.
La marihuana colgada para secarse
Uno de los agentes logró introducir la mitad de su cuerpo en dicho hueco descubriendo un sótano de 30 metros cuadrados y 3 metros de altura donde se almacenaba una gran cantidad de cogollos de marihuana colgados del techo para secarse y otra cantidad amontonada al fondo de la estancia para un posterior secado.
Los agentes de la Policía Local inmediatamente informaron del hallazgo a la central de Guardia Civil, personándose en el lugar de los hechos dos patrullas, momento en el que se solicitó también la colaboración de operarios del Ayuntamiento de Ontígola.
Finalmente, el acceso al sótano donde estaba la marihuana se realizó a través de los trasteros que se encuentran abandonados junto a dicho sótano abriendo un hueco con un martillo neumático, gracias al trabajo que realizaron los operarios del Ayuntamiento para facilitar el acceso a la estancia.
En ella se encontraron, además, utensilios para la preparación de la marihuana como tijeras, bolsas, linternas y ventiladores.