Patrick Nogueira, sobrino de la familia brasileña asesinada en septiembre en Pioz (Guadalajara) y principal sospechoso de la investigación llevada a cabo en España, ha confesado ser el autor del crimen. Así lo publica el diario El Mundo en su edición de hoy, donde también se pone de manifiesto que el joven de 20 años se derrumbó anoche durante el interrogatorio ante la Guardia Civil.
Esta declaración se produce 24 horas después de que Nogueira regresase a España para entregarse por su implicación en el caso.
Los cadáveres del matrimonio de Marcos Campos Gouveia y Janaína Américo, y sus dos hijos, de uno y cuatro años, fueron hallados en bolsas de plástico en el interior de un chalé de Pioz el 18 de septiembre aunque se cree que fueron asesinados antes.
El supuesto asesino quitó la vida a los cuatro, cortó por la mitad los cuerpos del matrimonio y dejó intactos los cadáveres de los dos niños.
Un vecino alertó sobre el mal olor en las inmediaciones del chalé, situado en la calle Los Sauces de una urbanización de Pioz, y que el supuesto asesino limpió con cuidado para no dejar rastro. También se deshizo de ropas y otros artículos de las víctimas con el fin de que pareciera una desaparición.
Pero los investigadores creen que algo le falló y Gouveia no tuvo tiempo de deshacerse de las bolsas.
Apenas tres días después del hallazgo, los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y de la Comandancia de Guadalajara ya tenían claro que el sobrino del matrimonio era el supuesto autor.
Pero para entonces, el presunto criminal ya había escapado. El joven de 20 años precipitó su salida de España hacia Brasil al aparecer los cuerpos y adelantó al 19 de septiembre (un día después del hallazgo de los cadáveres) un billete de avión que había adquirido para el 16 de noviembre.
Considerado una persona «violenta» y «emocionalmente inestable», los investigadores acumularon más de 400 indicios que dieron lugar a 800 análisis de criminalística, según un responsable de la UCO.
La justicia emitió inmediatamente una comisión rogatoria para iniciar el proceso penal en España y que las autoridades brasileñas detuvieran al sospechoso, que ya había sido interrogada por la Policía de Brasil pero puesto en libertad.
Sin embargo, las negociaciones que los investigadores de la Guardia Civil han mantenido con la representación legal de Patrick Gouveia han propiciado que finalmente sea él de forma voluntaria el que se entregue a las autoridades españolas.