No se lo esperaban, desde luego. La Guardia Civil entró en el interior de una vivienda en Alovera (Guadalajara) porque pensaba que había alguien intentando robar y se encontraron con una sorpresa: no había ningún ladrón, pero sí un laboratorio para el cultivo de marihuana. Y, además, perfectamente equipado.
Todo comenzó cuando un vecino avisó a los agentes tras ver abierta la puerta de un garaje, pensando que podrían estar robando. Hasta allí fue una patrulla, comprobando que la puerta seguía abierta y que la alarma parpadeaba, por lo que preguntaron si había alguien. Como no recibieron respuesta alguna, decidieron entrar.
Fue al subir a la segunda planta cuando comprobaron que una habitación estaba dedicada al citado laboratorio, por lo que establecieron un dispositivo para esperar al propietario y proceder a su detención. Como así sucedió, justo a las 6.30 horas del miércoles 3 de junio.
Las paredes de la habitación estaban forradas con una malla de aluminio que favorecía el reparto de luz. Además, había un cuadro de luz, temporizadores, humificadores, focos, ventiladores, termómetros digitales, potenciadores de corriente eléctrica, aparatos de aire acondicionado, tubos para la circulación de aire dotados de filtros de carbono para evitar el olor y la entrada de insectos que pudieran perjudicar el cultivo… Y 84 plantas de marihuana con sus cogollos formados.
Como leen, perfectamente equipado. En otra habitación había 88 plantas más, en distintas fases de crecimiento, mientras que en baño había 26 envases con productos para favorecer el crecimiento de las plantas.
Por lo que el hombre que responde a las iniciales A.D.H., de 32 años, fue detenido y puesto a disposición del juez.