Un joven menor de edad que está de campamento en Taravilla (Guadalajara) afirmó que creía que había sido mordido por una víbora y de inmediato se llamó a los agentes medioambientales de la zona, quienes le auxiliaron en primera instancia y, aunque no apreciaron signos de mordedura, evacuaron al joven en una UVI móvil a un centro sanitario.
En el centro tampoco hallaron huellas de la mordedura, pero los sanitarios sí constataron que el menor se había llevado la mano a la boca al sentir un pinchazo, por lo que se procedió a suministrarle un tratamiento preventivo, tal y como ha informado en nota de prensa la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha (APAM CLM).
Los propios agentes recomiendan, para evitar estas situaciones, que son infrecuentes, llevar ropa y calzado adecuados para el campo, revisar la zona de pisada, sobre todo cuando hay alta vegetación; ser especialmente prudentes en fuentes y rocas, donde pueden ser más frecuentes estos reptiles porque van a solearse. «Y jamás se manipulará ni tratará de coger este tipo de reptiles, ya que de sentirse acorralados o asustados podrían intentar defenderse».
Por lo tanto, afirman que lo mejor «es mantener la tranquilidad cuando alguien se encuentre con culebras o víboras en la naturaleza y no realizar movimientos bruscos, dejándola que se aleje. No se debe acosarla, asustarla, golpearla o matarla, porque estaríamos incurriendo en una infracción administrativa y además sería el desencadenante de su ataque. Lo mejor es llamar al 112».