Momentos de angustia que se resolvieron de forma feliz gracias a la intervención de cinco agentes de la Policía Nacional de Talavera, quienes salvaron la vida de una señora de más de 80 años que se encontraba tumbada en su cama y en estado de semiinconsciencia mientras su casa ardía.
Una actuación que ha contado en primera persona uno de los policías, el oficial David Fernández, a encastillalamancha.es. Y que recuerda que apenas faltaban 10 minutos para las 10 de la noche del lunes 19 de mayo cuando recibieron el aviso de un vecino, a través del 091, que veía salir mucho humo por debajo de la puerta de entrada de una casa de la calle Santa Águeda, 7, avisando que en el interior podía estar su inquilina, una mujer.
«De inmediato, dos coches fuimos para allá lo más rápido que pudimos y en apenas dos minutos estábamos en la casa. Subimos al primer piso del edificio y comprobamos que, efectivamente, salía mucho humo por debajo de la puerta. Y una vecina nos dijo que a través de su casa podíamos acceder a un patio de luces y de ahí, a través de una ventana, a esta casa. No nos lo pensamos y así lo hicimos».
Pero había un problema añadido, la nula visibilidad que provocaba el humo del interior. «No había tiempo para llamar a nadie más, por lo que dos de los cinco que éramos nos fuimos a buscar habitación por habitación a la señora y los otros tres trataron de localizar el foco del incendio para proceder a apagarlo». Foco que se encontraba en la cocina, donde la señora se había dejado un cazo sobre el fuego, que fue lo que provocó que se quemara y el consiguiente humo, que se extendió rápidamente por el piso.
Y fue a ciegas como lograron encontrar la habitación donde estaba la señora, «tumbada sobre la cama y en estado de semiinconsciencia. De hecho, la dimos un par de cachetes para ver si reaccionaba y nada, no se despertaba. Pero vimos que tenía pulso y que respiraba un poco, por lo que rápidamente procedimos a sacarla de allí. Abrimos la ventana de la habitación y la sacamos por la puerta. Oreamos el piso y ya fuera la sentamos en una silla para suministrarla primeros auxilios».
Además de nuestro interlocutor, intervinieron los policías Navarro, David, Lorenzo y Felipe. Y tiene claro que si hubieran tardado cinco minutos más en llegar «y lo más probable es que la señora pudiera haber muerto. Pero por fortuna el vecino avisó rápidamente y nosotros estuvimos en el lugar que debíamos». Una situación crítica que solventaron sin importarles arriesgar su propia vida dada la cantidad de humo que había en el interior.
Una vez que llegaron los servicios sanitarios, la señora fue trasladada al hospital Nuestra Señora del Prado, donde horas más tarde, a las dos de la madrugada, fueron los agentes, «pero no pudimos verla, el médico nos dijo que se encontraba en observación debido a la gran intoxicación que había sufrido, aunque sí nos dijo que estaba fuera de peligro».
Principio angustioso pero un final feliz.