Agentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Albacete se han incautado de 100 kilos de hachís, que han sido localizados en el vehículo de un ciudadano francés, ahora detenido, que fue interceptado mientras hablaba por teléfono cuando conducía por la carretera N-322.
El suceso ocurrió el jueves 22 y la Delegación del Gobierno de Castilla-La Mancha ha informado hoy en un comunicado de que con el hachís intervenido se podrían haber elaborado hasta 300.000 dosis.
Los hechos sucedieron cuando una patrulla del Destacamento de Tráfico de Alcaraz (Albacete) que realizaba tareas de vigilancia de las carreteras secundarias detectó que el ahora detenido, L.J.M.D., de 38 años, circulaba mientras hablaba por un teléfono móvil.
Ante el alto de los agentes, el conductor no quiso parar y realizó una maniobra evasiva, tras la cual se dio a la fuga a gran velocidad, e incluso chocó con uno de los coches de la Guardia Civil que estaba en el acceso al municipio de Balazote como parte del operativo puesto en marcha para detenerlo.
Tras la colisión, el turismo continuó su fuga por distintas calles de Balazote, con lo que puso en peligro a los usuarios que en ese momento circulaban por ellas, y pudo ser interceptado en el paraje conocido como La Vega.
Los agentes del Instituto Armado registraron el coche y localizaron en el maletero tres fardos de aspillera que contenían 900 pastillas de hachís y otro paquete suelto con otras 100 pastillas de la misma sustancia, que en total arrojaron un peso de 100 kilogramos, cuyo origen ahora se investiga.
Al procesado, además del delito contra la salud pública se le imputan los delitos contra la seguridad vial y el de atentado contra los agentes.