domingo, 24 de noviembre de 2024
Terremoto en Ecuador 18/04/2016junio 7th, 2017

Horas de angustia hasta que pudo contactar con su madre. Hasta que un sms le confirmaba que estaba viva. Es la historia de una médico ecuatoriana que vive y trabaja en Talavera (Toledo) y que aunque no tiene ningún problema en contar la historia que van a leer a continuación, prefiere permanecer en el anonimato.

Así quedó la casa de dos plantas donde estaba Lucy, en Charapotó, Ecuador. Ella acababa de salir y se cayó delante de sus narices.


Salió de guardia a las nueve de la mañana del domingo 17 y encendió el móvil. Ahí fue cuando se enteró del terremoto que había causado estragos en su país, en Ecuador (sucedió entre las seis y las siete de la tarde del sábado 16 hora ecuatoriana, la una y las dos de la madrugada ya del domingo en España) y el nerviosismo se apoderó de ella aunque rápidamente le saltó un mensaje de sus sobrinos diciéndole que mami Lucy, de 83 años, estaba bien. Aún así, no lograba contactar con ella, por lo que no terminaba de estar convencida del todo…

«SALIERON A LA CALLE Y LA CASA, DE DOS PLANTAS, SE CAYÓ DELANTE DE SUS NARICES»

Eso sí, la casa donde estaba su madre con su hermana ese fin de semana, en Charapotó, muy pegada a la zona del epicentro del terremoto, «se ha caído entera. Mi madre y mi tía estaban dentro y escucharon cómo la tierra empezó a crujir, un ruido terrible, como si la tierra se quisiera levantar. Fue durante un minuto, pero que en esas circunstancias parece que es una eternidad».

En ese momento, nos cuenta la médico desde Talavera, «llegó una segunda réplica y se bajaron a la calle. Menos mal, porque acto seguido la casa, de dos plantas, se cayó delante de sus narices».

La angustia de la médico finalizó cuando a las cuatro o cinco horas, al mediodía del domingo ya en España, recibió un sms de su madre, «la cobertura en la zona va y viene», en el que le decía que estaba bien. Aunque todavía no ha podido hablar con ella. Sí sabe que en estos momentos «no tienen ni luz, ni agua… Están en tinieblas». De hecho, no tienen ni casa.

LUCY VIVE HABITUALMENTE EN PORTOVIEJO Y NO PUEDE REGRESAR, LOS DOS PUENTES QUE COMUNICAN CON CHARAPOTÓ HAN SIDO «DEVORADOS»

Lucy vive habitualmente en Portoviejo, que ha sido prácticamente devastada, pero no puede regresar porque los dos puentes que comunican ambas zonas han sido «devorados» por el seísmo y la tierra, aunque en menor medida, sigue temblando.

La hija regresa a Ecuador una vez al año, generalmente en septiembre, «aunque esta vez a lo mejor adelanto el viaje». Razones tiene para ello…

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