La Guardia Civil ha detenido a seis personas, integrantes de una banda criminal especializada en el robo de vehículos de alta gama y a quienes se les imputa un total de 57 delitos, de ellos, 40 sustracciones de vehículos en las provincias de Toledo, Alicante, Madrid, Murcia y Guadalajara.
Según ha informado hoy en una rueda de prensa en Toledo el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, los detenidos en esta operación denominada Driven son cinco hombres y una mujer, todos de nacionalidad española menos uno que es armenio, con edades comprendidas entre los 22 y los 41 años.
En los tres registros realizados por la Guardia Civil en las localidades de Cedillo del Condado (Toledo), Fuentidueña de Tajo (Madrid) y Agost (Alicante) han recuperado siete vehículos y otros siete que estaban desguazados, además de diverso material para realizar los robos, todo ello valorado en más de 800.000 euros.
Además de los 40 delitos por robos de vehículos, los detenidos han sido imputados por delitos de receptación, daños, falsificación de documento público, atentado y desobediencia grave a agente de la autoridad.
Comenzaron la investigación agentes de la Guardia Civil de Illescas (Toledo), a raíz de los distintos robos de vehículos de alta gama en esta población.
Los agentes descubrieron que había sido un grupo de personas que vivían en las poblaciones toledanas de Chozas de Canales y Cedillo del Condado, en Fuentidueña del Tajo (Madrid) y Agost (Alicante).
Actuaban en la zona centro (Toledo, Madrid y Guadalajara) y en el levante (Alicante y Murcia).
Solía actuar un grupo de cuatro personas con cometidos concretos, de forma que, si el vehículo se encontraba en un garaje, utilizaban llaves magnéticas o mandos a distancia previamente sustraídos o copiados cuando entraba o salía algún vecino, momento que aprovechaban para copiar la frecuencia de su mando al abrir la puerta.
Luego utilizaban un dispositivo electrónico para acceder al ordenador o centralita del vehículo y clonar la llave de arranque, copiando los códigos o anulando cualquier dispositivo de seguridad que pudieran tener.
A continuación actuaba un conductor experto que se llevaba el coche hasta una población distinta, donde lo dejaba estacionado varios días por si era localizado a través de GPS, y si pasados unos días no iba la Policía, los trasladaban a lugares y naves «seguras».
Allí los preparaban para darles salida, de manera que podían «maquillar» los coches falsificando las placas de matrícula, el número de bastidor y toda la documentación para ponerlo en venta en el mercado nacional o internacional; o bien desguazarlos y vender las pieza, o vender los coches a otros grupos para cometer delitos como «alunizajes».
El número de delitos perpetrados por provincias es el siguiente, en Toledo, veinte, principalmente en la ciudad, donde sustrajeron 17 vehículos en los barrios de Buenavista y Santa María de Benquerencia, en Madrid, 18 delitos, once en Alicante y, en Murcia, dos.