Era una organización criminal que actuaba con extrema violencia y que estaba especializada en el robo de cobre, que actuó en varias provincias, principalmente en Toledo, Ciudad Real, Guadalajara, Albacete, Madrid y Cáceres, y que ha sido desarticulada por la Guardia Civil tras la operación realizada en un barrio chabolista de la periferia de Madrid que se conoce como «El Gallinero».
La Guardia Civil detiene a uno de los integrantes de esta violenta banda criminal.
Es la operación «Furt» y sus integrantes actuaban con extrema violencia sobre las personas a la hora de cometer los robos, tal y como ha informado la Dirección General de la Guardia Civil, además de ocasionar numerosos destrozos en las instalaciones en las que robaban.
Una organización criminal que estaba perfectamente jerarquizada, ya que era una persona, el líder, quien marcaba las directrices y los objetivos. Los agentes realizaron 11 registros simultáneos en el poblado chabolista «El Gallinero», junto a la autovía A-3, y procedió a la detención de 13 personas (12 hombres, entre ellos un menor de edad, y una mujer) por los supuestos delitos de hurto y robos con violencia, detención ilegal y pertenencia a organización criminal.
Se han recuperado nada menos que dos toneladas de cableado de telefonía. El grupo operaba desde la capital de España y contaba con un gran número de integrantes especializados en el robo de cableado que estaba asentado junto al poblado chabolista de «La Cañada Real».
Las víctimas de la banda eran los operarios o los vigilantes de seguridad de las instalaciones donde se cometían los delitos. Ocultaban el rostro bajo una capucha, iban en grupos de seis o siete personas y no dudaban a la hora de agredir, amordazar, maniatar y engrilletar a sus víctimas, como así sucedió en varios robos que llevaron a cabo en las provincias de Toledo y Guadalajara.
Y para evitar que sus conversaciones fueran entendidas utilizaban, cuando hablaban entre ellos, un lenguaje convenido, en su mayoría palabras de un dialecto rumano difícil de comprender.