La defensa del acusado de asesinar a puñaladas, en enero de 2016, a su pareja en presencia de su hija pequeña, en Galápagos (Guadalajara), ha pedido hoy su absolución alegando que sufrió un brote psicótico, mientras que el fiscal y la acusación particular piden 26 años de cárcel por asesinato.
Galápagos; un crimen con saña
Esta mañana ha arrancado en la Audiencia Provincial de Guadalajara el juicio con jurado popular que está previsto que se prolongue hasta el próximo lunes 14 de mayo.
Tras configurarse el jurado -cuatro mujeres y cinco hombres- ha declarado el acusado, A.R., quien ha señalado que la noche del 4 de enero de 2016 no podía ir a dormir, por lo que salió, a una hora que no recuerda, a correr con sus perros.
[ze_summary text=»El acusado dice que pensaba que había entrado alguien en la casa para matarles y que al ver un bulto sospechoso en su cama, junto a su mujer, se abalanzó sobre él»]El acusado dice que pensaba que había entrado alguien en la casa para matarles y que al ver un bulto sospechoso en su cama, junto a su mujer, se abalanzó sobre él[/ze_summary]Al volver, encontró la puerta de acceso a su casa abierta y pensó que había entrado alguien que «quería matarnos«, por lo que accedió por la trasera, cogió un cuchillo de cocina y se dispuso a registrar toda la casa.
Sin embargo, al entrar en la habitación de la pareja, donde dormía la mujer y su hija de 5 años, que habitualmente dormía con ellos, «vi a alguien tapado en la cama» y se abalanzó apuñalándolo, ha dicho en su declaración.
No recuerda «ni a quién vio ni nada»
Ha manifestado no recordar ni a quién vio ni nada del momento del apuñalamiento y solo sentir que su hija se abrazaba por la espalda sobre él, momento en el que fue consciente de que había herido a su mujer y salió a la calle, con su hija en brazos, para pedir ayuda.
La defensa del acusado ha pedido su libre absolución alegando que era consumidor habitual de marihuana y esta adicción puede causar alucinaciones, paranoias o brotes psicóticos.
El acusado ha confirmado que fumaba entre 8 y 10 porros diarios, mientras que su letrado ha recordado que uno de los eximentes penales es la adicción a sustancias estupefacientes y ha señalado que en marzo de 2014 sufrió un brote psicótico del que fue tratado en el Hospital de Guadalajara.
Sin embargo, posteriormente no estaba recibiendo ningún tratamiento ya que no le diagnosticó ninguna enfermedad mental sino que fue un episodio puntual.
[ze_summary text=»La Fiscalía y la acusación particular consideran los hechos constitutivos de delito»]La Fiscalía y la acusación particular consideran los hechos constitutivos de delito[/ze_summary]Por su parte, tanto la Fiscalía provincial de Guadalajara como la acusación particular han considerado los hechos constitutivos de un delito de asesinato y el fiscal ha subrayado que se dan dos circunstancias, la alevosía, al atacarla en la cama de forma sorpresiva y en estado de somnolencia, y el ensañamiento, puesto que le dio 13 puñaladas y además lo hizo delante de su hija de 5 años.
Han pedido 26 años de prisión por el asesinato, han señalado el agravante de parentesco y, además, la Fiscalía ha pedido un año de prisión por el delito de lesiones causadas al vigilante que le encontró por las calles de la urbanización, cuando el acusado caminaba con su hija en brazos.
[ze_summary text=»El acusado intentó asfixiar al vigilante que le encontró por la calle»]El acusado intentó asfixiar al vigilante que le encontró por la calle[/ze_summary]Cuando este vigilante se bajó del vehículo, ante las señales del acusado, este le agarró del cuello y del brazo y le intentó asfixiar, aunque el vigilante logró zafarse y avisar a su compañero y a la Guardia Civil.
En la vista de hoy, el acusado ha afirmado que él solo se defendió.
Tanto el fiscal como la acusación han incidido en la actitud controladora y de celos del acusado, que este había expresado en declaraciones anteriores pero que ha negado durante el juicio.
El fiscal y la acusación particular han pedido la privación de la patria potestad de su hija y la prohibición de acercarse a ella y comunicarse con ella durante 32 años y han recalcado el importante daño psicológico y trauma que lo vivido ha causado en la pequeña.
Asimismo, la Fiscalía pide una indemnización de 200.000 euros para la niña y 50.000 para los padres de la fallecida, similar a las cantidades de la acusación, y otros 4.000 euros para el vigilante por las lesiones causadas.
En el juicio con jurado están llamados a testificar 19 personas además de otros 13 profesionales en la parte pericial.