sábado, 23 de noviembre de 2024
Visto para sentencia 15/03/2013junio 13th, 2017

La fiscal del juicio al conductor que atropelló a siete personas y mató a dos de ellas en la pedanía de Las Minas (Hellín) ha dicho que la única causa fue el exceso de velocidad y la falta de pericia del procesado, T.G.G., y no el mareo o pérdida del conocimiento que habría sufrido, según la defensa. El caso ha quedado visto para sentencia en el juzgado de lo Penal número 3 de Albacete, por un atropello múltiple que ocurrió el 30 de julio de 2005 en esta pequeña pedanía hellinera, que celebraba sus fiestas.

El hombre entró con su coche en la calle Mayor y atropelló a siete vecinos, uno de los cuales, un hombre de 66 años, murió en el acto, mientras que un niño de ocho años falleció tres días después.


En la segunda sesión del juicio se ha escuchado primero un informe médico aportado por la defensa del acusado, T.G.G., que ahora tiene 67 años, en el que se dice que el hombre sufrió «un síndrome confusional» que pudo deberse a muchas patologías, pero no a una subida o bajada de azúcar.

En su informe final, la fiscal ha mantenido la petición de cuatro años de prisión para el conductor, por dos delitos de homicidio imprudente y cinco de lesiones imprudentes, y ha refutado que el hombre perdiera el conocimiento.

La fiscal ha dicho que «la única causa del accidente fue el exceso de velocidad y la falta de pericia necesaria» para circular por una calle que estaba cortada y que «estaba llena de gente».

Tanto la fiscal como algunos abogados personados como acusación particular en representación de las víctimas han criticado el atestado que el día del atropello realizaron los agentes de la Guardia Civil, por tener «contradicciones», ya que apuntan que el coche iba a escasa velocidad, cuando los testigos lo desmienten.

«EL ATESTADO NO TIENE NI PIES NI CABEZA»

Uno de los abogados ha dicho en su informe final que ese atestado «no tiene ni pies ni cabeza», y otro ha subrayado que el día del atropello la «actitud» de los agentes de Guardia Civil «no fue la correcta».

El abogado de la familia del niño fallecido ha pedido cuatro años de cárcel para el conductor sólo por el homicidio del menor, ya que considera que «no hubo un solo acto, no hubo un solo atropello, y se le debe condenar por cada una de sus acciones».

Según su informe, T.G.G. no perdió el conocimiento, sino que ese día «se subió al coche enfadado y salió a gran velocidad».

La acusación particular de parte de la familia del hombre fallecido en el atropello también ha defendido que se imponga una pena por cada delito, y pide cuatro años sólo para el homicidio de J.E., el hombre de 66 años que falleció en el acto.

Por su parte, el abogado de la defensa ha mantenido que el hombre no era consciente de lo que hacía, había perdido el conocimiento, y subsidiariamente, en caso de que no se le absuelva, pide que se tenga en cuenta la «reparación del daño» (por las indemnizaciones pagadas) y el excesivo tiempo transcurrido desde el atropello, casi ocho años.

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