La hermana y la cuñada de Miguel Ángel T.S., el hombre que mató a cuchilladas a su mujer en Campo de Criptana (Ciudad Real) en 2011 y luego intentó suicidarse arrojándose por un balcón, han declarado como testigos en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Ciudad Real.
Ambas han coincidido en señalar que desconocían la existencia de «problemas económicos» en la familia, que el argumento que esgrimió el acusado para justificar que acabó la vida de su mujer porque «no quería dejarle a ella con la preocupación de la deuda».
La hermana del acusado ha reconocido que veía más triste a su hermano aunque ha comentado que lo achacó a que «padecía dolores crónicos en la espalda».
Tanto la hermana del acusado como su cuñada han señalado ante el jurado popular que juzga el caso, cinco hombres y cuatro mujeres, que era una pareja que «se llevaban bien».
La hermana ha explicado que el día de los hechos, el 30 de enero de 2011, su hermano le llamó para decirle que no iban a comer a casa de sus padres porque irían a casa de sus suegros.
También ha señalado que fue a ella a la que su hermano le confesó que había matado a su cuñada, tras lo cual se dirigió a la casa del matrimonio con su padre, se encontraron con el acusado y avisaron a la Guardia Civil.
En la sesión también han declarado los guardias civiles que se desplazaron en un primer momento al domicilio, quienes han relatado que encontraron el cuerpo sin vida de Juliana, la mujer de Miguel Ángel T.S., sobre el suelo y con cristales del jarrón con el que le había golpeado.
Los agentes también han explicado que la víctima tenía sangre en la cabeza y que el pijama presentaba «tres rotos» en la espalda y «un roto» en el pecho, como consecuencia de las cuchilladas.
Según los agentes, no había evidencias de que previamente hubiera existido forcejeo entre la pareja.
Los guardias civiles también han dicho que en la inspección ocular que realizaron posteriormente descubrieron que en un lugar visible de la habitación el presunto autor de los hechos había dejado la póliza de decesos que tenía contratada la familia.
Uno de los agentes que se encargó de interrogar a Miguel Ángel T.S. en la cárcel ha explicado que el acusado siempre fue «consciente de lo que hizo» y que nunca mostró pena por lo sucedido.
El acusado reconoció que mató a su mujer angustiado por las deudas y porque «no quería dejarle a ella con la preocupación de la deuda».
El juicio contra Miguel Ángel T.S. está previsto que continúe el miercoles en la Audiencia Provincial de Ciudad Real con la declaración de los forenses, tras lo cual quedará visto para que el jurado emita su veredicto final.