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Juicio en la Audiencia Provincial de Toledo 10/05/2016junio 7th, 2017

La madre acusada de arrojar por la ventana a dos de sus tres hijos en la localidad toledana de Recas ha afirmado durante el juicio que ha comenzado hoy en la Audiencia Provincial no recordar nada de losucedido el 20 de abril de 2015, fecha en la que ocurrieron los hechos. 

La acusada a su llegada a la Audiencia Provincial de Toledo.


La procesada, María Teresa R.S., de 34 años de edad, ha declarado ante el tribunal que ese día había consumido hachís, que lo llevaba consumiendo desde hacía dos años y de manera diaria y abundante -«fumaba unos 12 porros al día»- desde que le abandonó el padre de su hijo pequeño, en enero de 2015. Ha insistido en que no recuerda nada de lo ocurrido, tampoco que cometiese contra ellos malos tratos y que la relación con sus tres hijos era buena.

Ha explicado que, dos semanas ante de lo sucedido, «tenía la sensación de que me seguían y me iban a hacer algo»; «llamaban a la puerta y cuando iba a abrir no había nadie», incluso «llegué a pedir que me pusieran una alarma». Según ha indicado su situación económica era muy mala, «no tenía comida en casa», y «me encontraba muy nerviosa y preocupada». Acudía semanalmente al psicólogo de la ONG Mensajeros de la Paz, organización de la que era voluntaria.

«EL MORO ME HA DICHO QUE LOS TIRE»

Tal y como se indica en el relato del fiscal, los hechos que se juzgan estos días en la Audiencia Provincial tuvieron lugar en el domicilio de la acusada en Recas cuando, a consecuencia del trastorno psicótico por el consumo de sustancias psicotrópicas (cannabis), comenzó a tener ideas delirantes que ya había manifestado en días anteriores. Por la tarde, con el torso desnudo y mientras leía el Corán, tiró por la ventana -desde un primer piso- a su hijo de 16 meses de edad, llegando a decir que «el moro me ha dicho que los tire». Posteriormente cogió a su hija de 10 años e hizo lo mismo, tras lo cual la investigada se sentó en el quicio de la ventana y se dejó caer. 

A consecuencia de ello, el bebé -hijo de su última pareja- sufrió un traumatismo craneoencefálico y traumatismo en la pierna derecha, mientras que la hija sufrió politraumatismo.

En esta primera sesión del jucio oral han sido llamados como testigos el guardia civil que acudió el 20 de abril a Recas y los vecinos de María Teresa que ayudaron a los niños e intentaron convencerla para que no los arrojase. Todos ellos han coincidido en la alteración emocional que tenía la procesada tanto en ese momento como días antes. El guardia civil se ha referido a un «brote de histeria» y ha relatado que, mientras intentaba convencerla para que no tirase a sus hijos, tanto a él como a su compañero les empezó a tirar objetos, unas agresiones que se repitieron cuando María Teresa entró en el vehículo policial.

«ESTABA A LA DEFENSIVA; PENSABA QUE TODO EL MUNDO ESTABA EN CONTRA DE ELLA»

Los vecinos han ahondado en los trastornos que sufría últimamente ya que «estaba a la defensiva; pensaba que todo el mundo estaba en contra de ella». Además, han advertido de los problemas de convivencia que tenía en el inmueble. Dos de ellos -han comentado- tuvieron que ir en alguna ocasión a casa de María Teresa por las llamadas de auxilio que realizaba la hija mayor, sin embargo «cuando la madre nos abría la puerta nos decía que no ocurría nada». Si bien han coincidido en que ninguno nunca vio maltrato familiar, sí han contado que la hija mayor -el día 20 de abril- abandonó el domicilio familiar para pedir ayuda al alcalde de Recas porque -según les dijo- su madre la estaba pegando. La última persona en declarar ha sido la responsable del comedor social de la ONG Mensajeros de la Paz, quien ha dejado constancia de los malos tratos que sufrió la acusada por parte de sus dos primeras parejas.

El fiscal pide para ella una pena de prisión de 12 años por dos delitos de asesinato en grado de tentativa y otra de dos años por maltrato habitual. Argumenta que concurre la circunstancia de agravante de parentesco y la eximente incompleta de intoxicación plena por el consumo de drogas tóxicas. Por su parte, la acusación particular -que representa a la última pareja de María Teresa, el padre del bebé de 16 meses- pide nueve años por un asesinato en grado de tentativa, con la atenuante de consumo de drogas, una calificación esta última que -según indicó a la prensa la abogada- podría convertirse en eximente incompleta. Por último, la defensa pide la absolución al estimar la eximente completa. 

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