Los nueve detenidos son de nacionalidad china y, supuestamente, se dedicaban a la fabricación clandestina de móviles que imitaban las principales marcas comerciales del sector, por lo que tenían establecida en España una cadena de montaje con materiales falsos enviados ilícitamente desde China, tal y como ha informado la Policía Nacional en un comunicado.
Parte del material de telefonía móvil incautado a los empresarios chinos.
Eran dos las naves industriales, una en Illescas (Toledo) y otra en Madrid, que se dedicaban a distribuir el material a establecimientos situados en el polígono industrial Cobo Calleja, en la localidad madrileña de Fuenlabrada.
Una operación que comenzó en septiembre de 2015, cuando se registró la denuncia de un representante de una de las marcas perjudicadas que había detectado la existencia de falsificaciones en el mercado. Lo que llevó a la Policía a un garaje en el barrio de Usera, en la capital de España, donde localizaron un taller con todo el material necesario para la instalación de pantallas de telefonía móvil.
Hasta que también localizaron en una de las naves de montaje las máquinas, los moldes, los soportes y las planchas mecánicas destinadas al ensamblaje de los aparatos de telefonía a partir de material falsificado. Una maquinaria de fabricación clandestina distribuida entre las naves de Toledo y Madrid, con un valor aproximado de 100.000 euros.
Investigación que acabó con el registro en cinco tiendas del polígono Cobo Calleja, donde se incautaron de 6.745 pantallas de las principales marcas y detuvieron a nueve empresarios chinos, que se unieron a los siete que ya detuvieron en una primera fase de la operación.