La Policía Nacional busca a la joven Anyulis Esther Albis Julio, de 19 años y con una discapacidad auditiva del 75 por 100, que lleva desaparecida de su domicilio de Cuenca desde el 6 de enero. La joven desapareció en la tarde del 6 de enero, hace ya 11 días, cuando tras abrir los regalos de Reyes, fue a un locutorio cercano a su domicilio y desde allí se conectó a internet para publicar fotos de estos regalos en las redes sociales, tal y como informa «El Día de Cuenca».
La madre de la joven, Mariluz Julio, ha explicado que no detectó ningún comportamiento extraño en Anyulis, que salió de su casa sobre las 18 horas y ya no volvió, si bien alerta de que desde pocas horas después de su marcha, tiene el teléfono móvil desconectado.
Ha explicado que la primera noche, la familia pensó que estaba en casa de alguna amiga aunque no hubiera avisado de que no tenía previsto dormir en casa ni tenía el teléfono operativo.
Finalmente, la familia, de origen colombiano y que lleva 17 años asentada en Cuenca, denunció la desaparición de Anyulis el 9 de enero, y la Policía Nacional está actualmente investigando el caso, tal y como han confirmado fuentes de la Delegación del Gobierno.
La madre de la chica ha mostrado su extrañeza por la ausencia del domicilio de su hija y ha asegurado que en casa no faltan ropa ni otros objetos personales de la joven, por lo que ha reflexionado que «si hubiera pensado que se iba a marchar, algo tendría que haberse llevado».
Tampoco ha podido disponer de dinero que le dé autonomía en su posible fuga, pues la madre ha indicado que ella misma le administra la cartilla del banco y le ingresa la paga semanal, por lo que ha sostenido que «no tiene dinero abundante».
Uno de los aspectos que más sorprenden a la madre de la chica es que no comentara con nadie sus posibles planes de fuga, porque ha asegurado que si Anyulis tenía pensado marcharse de casa, lo habría comentado con alguna amiga o con sus hermanas -ella es la pequeña de cuatro-, porque la chica «es muy comunicativa» a pesar de sus dificultades auditivas.
Por todo ello, Mariluz ha admitido que la familia «está muy preocupada», porque «una persona no desaparece así porque sí» y ha pedido la colaboración ciudadana.