Varios policías han testificado hoy en el juicio contra el acusado de haber matado a golpes a un hombre en un parque del municipio de Hellín la madrugada del 5 de julio de 2014, y han confirmado que las pisadas con restos de sangre en torno al cuerpo son todas del acusado, según el calzado que llevaba.
No obstante, ya el procesado, Carlos M.S., había admitido haber dejado ese rastro porque, según él, se acercó a la víctima tras ver que otras personas le agredían.
El juicio con jurado que se sigue desde esta semana en la Audiencia Provincial de Albacete ha tenido hoy viernes su cuarta sesión de testigos, con participación también de los médicos y enfermeros que atendieron al fallecido esa noche.
El fallecido, un hombre ecuatoriano, murió al día siguiente de la brutal paliza que recibió la noche del 5 de julio en el Jardín del Tamborilero de Hellín, donde otros testigos indican que vieron al acusado dar un primer «tortazo» a la víctima tras discutir, porque ambos estaban bebiendo desde hacía horas en dicho parque.
Hoy los agentes han contado que las huellas en el lugar y sobre la sangre coinciden con el calzado que Carlos M.S. llevaba esa noche y no se encontraron huellas de nadie más.
No obstante, el acusado admitió haber pisado sobre la sangre, porque según sus explicaciones se acercó al cuerpo herido de Pancho tras ver cómo le agredían dos personas (según él, su sobrino y otro joven) «con una piedra y un palo».
NINGÚN OBJETO ENCONTRADO
Los policías han testificado que ningún objeto así se encontró en el lugar de la paliza ni cerca, pese al examen exhaustivo que hicieron esa misma noche y al día siguiente.
«Buscamos cualquier vestigio en la zona, las calles cercanas al parque, las papeleras… No encontramos nada», han señalado, aunque sí se recogieron botellas vacías de alcohol cerca, porque en este parque muchas personas hicieron botellón esa noche (era sábado), pero ninguna tenía restos relacionados con el crimen.
Los médicos han relatado ante el tribunal que encontraron a Pancho en parada cardiorespiratoria y habría fallecido al momento de no recibir maniobras de reanimación cuando le asistieron, en torno a las 4:15 de esa noche.
Aunque recuperó ritmo cardíaco, ya no pudo respirar por sí mismo, y se le diagnosticó muerte cerebral a causa de los graves golpes que tenía en la cara y la cabeza, han afirmado.
El juicio continuará el próximo lunes 18 con las declaraciones de nuevos testigos.
La Fiscalía pide inicialmente 20 años de prisión para el acusado por un delito de asesinato, mientras que la acusación particular eleva la propuesta de castigo a 25 años y la defensa de Carlos M.S. pide su libre absolución por entender que el crimen tuvo otros autores.