La Policía Nacional tenía identificados desde hace años a los ‘skin heads’ acusados de agredir a tres jóvenes antifascistas en los Carnavales de 2012 como integrantes de grupos «neonazis», en concreto a David E.O. como miembro «importante» y a Alfredo L.S. en la fase de «iniciación».
Así lo han dicho el jefe de la Brigada de Información de la Policía de Toledo y un inspector de la misma durante su declaración en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial contra los dos acusados y en el que las partes se han ratificado en sus conclusiones iniciales.
Además, el jefe de la Brigada de Información de la Policía Nacional de Toledo ha indicado que la expresión «guarros» -que las víctimas y los testigos oyeron pronunciar esa madrugada al grupo de los acusados- es la utilizada por los grupos neonazis para referirse a las personas de ideología contraria.
En la segunda sesión del juicio, que mañana jueves continuará con la exposición de las conclusiones definitivas de las partes, los policías también se han referido a la confusión que hubo en principio a la hora de identificar a los autores de las agresiones, dado que muchos iban disfrazados, por lo que tuvieron que hacer una segunda ronda de comparecencias.
En este sentido han indicado que si bien inicialmente los heridos no pudieron identificar con nombres y apellidos a los presuntos agresores, después les reconocieron con las fotografías que fueron aportadas por el dueño del bar ‘La Otra Bóveda’ colgadas en las redes sociales.
LA DECLARACIÓN DEL TERCER HERIDO
En la segunda jornada del juicio declaró el tercer herido, Felipe C.A., quien ha explicado que tras ver cómo Alfredo apuñalaba a Daniel en la calle de La Sierpe, se topó con el acusado, que le asestó una puñalada en el brazo y que gritaba que les iban a «rajar».
También ha indicado que la Policía les comunicó que necesitaban documentos fotográficos para identificar al agresor, al que no conocía, y que después, con las fotos, ya le puso nombre y apellidos.
También declararon varios testigos, tres de ellos protegidos tras un biombo, conocidos o amigos del grupo de los acusados, uno de los cuales, Álvaro S.C., de 18 años, ha dicho que antes de que David y Alfredo estuvieran detenidos éste último le pidió que «echara la culpas a David».
El resto de los testigos se han limitado a indicar que se fueron del lugar cuando comenzó el «tumulto» y que oyeron voces y vieron volar «vasos», pero, que no presenciaron las agresiones.
Uno de los testigos protegidos, Mario S., ha señalado que declaraba tras un biombo «por miedo al colectivo neonazi» y otro de ellos, Juan Antonio, ha señalado que Alfredo es conocido «por sus carencias de personalidad», a lo que el presidente del tribunal le ha pedido que no hiciera de «médico».
También han comparecido las forenses que analizaron las heridas de los tres agredidos y han puesto de manifiesto que las que tenían Hubben y Daniel eran de un «riesgo vital alto» por tener afectados el hígado (un órgano de gran sangrado) y el riñón, que también le cruzó una arteria ,y que la que presentaba Felipe en el brazo era una herida «defensiva».
HERIDAS DE RIESGO VITAL ALTO
Antes de que la segunda jornada se diera por finalizada, las partes han mantenido inalterables sus conclusiones sobre los acusados.
El fiscal pide un total de 18 años y medio de prisión para Alfredo por intento de asesinato (14 años) y un delito de lesiones (cuatro años y medio), mientras que para David lo considera intento de homicidio y solicita nueve años de prisión.
Con esta calificación coincide la acusación particular, mientras que las defensas solicitan la libre absolución y basan sus argumentos en la «nulidad» de los reconocimientos fotográficos y en la falta de pruebas para identificar a los agresores durante una «riña tumultuosa» de Carnaval, donde casi todos iban disfrazados.