Cuatro personas detenidas y 22 liberadas. Es el balance final de una operación llevada a cabo por la Guardia Civil de Albacete y que ha logrado poner coto al infierno que vivían 22 personas de Moldavia que fueron contratadas, supuestamente, para realizar labores de selección de ajos en una cinta transportadora. Pero la realidad era muy diferente, porque las hacían vivir en condiciones deplorables en Balazote (Albacete) y trabajar a diario en campos agrícolas explotándolas laboralmente.
La operación se puso en marcha bajo el nombre «Balanesti» y los cuatro detenidos, como presuntos autores de un delito de trata de seres humanos con fines de explotación laboral y otro de pertenencia a grupo criminal, son de origen rumano.
Una llamada del Consulado de Moldavia advirtió de lo que pasaba en Balazote
Fue la Guardia Civil de Balazote la que recibió una llamada telefónica del Consulado moldavo porque habían tenido conocimiento de la posible detención ilegal que podrían sufrir varias personas de esa nacionalidad en el interior de un domicilio de la localidad.
Por lo que los agentes se pusieron manos a la obra y tras una amplia búsqueda localizaron el inmueble dentro del casco urbano, escuchándose en su interior gritos que parecían solicitar ayuda.
Y ante la negativa de abrir la puerta por parte de la persona que retenía a las víctimas, los agentes la derribaron. Había 11 personas, a las que liberaron, deteniendo a una de las autoras de los hechos. Fueron los liberados quienes dijeron a la Guardia Civil que había otras 11 personas, también de la misma nacionalidad, en paradero desconocido y bajo el control de personas que pertenecían al mismo grupo criminal. Por lo que se pusieron a buscarlas.
Efectivamente, las localizaron en otro domicilio de Balazote, deteniendo en las horas posteriores a otras tres personas.
Las dos viviendas en las que vivían presentaban unas deplorables condiciones de habitabilidad: compartían camas con cajas de plástico sobre las que ponían colchones putrefactos. Y por este «lujo» tenían que pagar cada una de las víctimas, en concepto de alquiler, nada menos que 50 euros al mes.
¿Cómo captaban a sus víctimas? Pues a través de ofertas de trabajo que eran publicadas en un portal específico de internet. A los interesados se los citaba en unas oficinas donde se les prometían unos ingresos fijos a cambio de trabajar en España realizando labores de selección de ajos en una cinta transportadora. Y se les exigía 100 euros solo para poder acceder a la oferta laboral.
Aceptado el trabajo, viajaban desde Moldavia a España en autobús en un trayecto que duraba tres días y que era sufragada por el grupo criminal, generando una deuda en contra de las víctimas mediante la cual quedaban ligadas al grupo criminal sin poder eludir su control.
Una vez en España eran recogidos en un lugar de la Comunidad de Madrid por dos integrantes del grupo criminal, quienes los cambiaban de transporte y los metían en dos furgonetas que no reunían ni las condiciones mínimas de seguridad ni se encontraban adaptadas para el transporte de personas.
Una aberración, en definitiva.
Ya en Balazote, eran alojados en las dos viviendas antes citadas y trasladados a diario a campos agrícolas para explotarlos laboralmente.
La Guardia Civil agradece tanto al Ayuntamiento de Balazote como a Cruz Roja la estrecha colaboración prestada no solo a ellos, sino el apoyo logístico que dieron a los ciudadanos moldavos.
En la operación intervinieron efectivos de la Sección de Investigación Criminal de Delitos contra las Personas de la Unidad Orgánica de Policía Judicial y de la Guardia Civil de Balazote. Los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Albacete, en funciones de guardia, siendo repatriadas a Moldavia 17 de las víctimas liberadas.