Un hombre de 42 años, R.C.R, ha aceptado de conformidad la sentencia que le ha impuesto la Audiencia Provincial de Ciudad Real por la que le han condenado a cinco años y medio de prisión, al considerarle culpable de un delito de tentativa de homicidio de su hermano y de amenazas a sus padres.
Según la sentencia que ha hecho pública el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, el acusado, para el que el Ministerio Fiscal pedía una pena de ocho años y ocho meses de prisión, finalmente ha llegado a una acuerdo, por el que reconoce los hechos y se declara culpable de los mismos.
El condenado también ha aceptado la prohibición que le ha impuesto la audiencia de no poder acercarse a una distancia inferior de 200 metros de su hermano, S.C.R., a su domicilio o lugar de trabajo durante seis años y medio.
Tampoco podrá aproximarse a 200 metros de sus padres, con los que no se podrá comunicar por ningún medio, durante 18 meses.
Finalmente, ha sido condenado también a una pena de 75 días de trabajos en beneficio de la comunidad y 2 años y 6 meses de privación del derecho a la tenencia y porte de armas.
La Audiencia Provincial ha considerado probado que el procesado R.C.R., cuando regresó borracho al domicilio familiar localizado en el municipio ciudadrealeño de Argamasilla de Calatrava, entabló una discusión con sus padres, S.C.A. y R.R.B., al reprenderle estos el estado en que llegaba al domicilio y la forma en que se dispuso a cenar.
En ese momento, y según ha reconocido el propio procesado, con clara intención de amedrentar a sus progenitores, cogió el cuchillo de cocina con el que estaba cenando para intimidarles diciéndoles frases como «os voy a matar, hijos de puta, sois un atajo de cabrones, os voy a quitar de en medio a los tres».
Ante esta situación, su hermano, que se encontraba descansando en otra habitación, salió de ella para reprenderle su conducta, momento en el que ambos hermanos se enzarzaron en una discusión en el salón de la vivienda, que acabó con el procesado intención de acabar con la vida de su hermano, asentándole con el cuchillo varias cuchilladas en la parte superior del cuerpo no logrando su fin al ser separados por el padre.
Pasados unos instantes, el procesado de nuevo, con la misma intención de terminar con la vida de su hermano, se dirigió con el cuchillo a la habitación donde de nuevo intentaba descansar, momento en el que reconocía que le dijo «ahora te voy a rematar», procediendo entonces a asestarle nuevas cuchilladas en la parte superior del tórax y cabeza, al tiempo que decía «te tengo que matar, si no te mato hoy te mato otro día».
El acusado no logró su objetivo al romperse el cuchillo que para ello utilizaba, aunque, como consecuencia de las cuchilladas su hermano sufrió heridas incisas en distintas partes del cuerpo.