El Juzgado de lo Penal número 1 de Albacete ha condenado a tres años y cinco meses de prisión a un conductor que causó un accidente mortal cuando circulaba en estado de embriaguez por la N-322, a consecuencia del cual murió una joven de 18 años que iba en ciclomotor.
El siniestro ocurrió en las cercanías del desvío a la pedanía de Santa Ana en la madrugada del 31 de enero de 2010 y la sentencia también incluye que el conductor quede sin permiso de conducir cinco años, además de hacer frente a indemnizaciones por valor de 105.184 euros.
El conductor condenado es F.A.M., de 43 años y con una condena previa relacionada con un delito contra la seguridad del tráfico.
La noche del accidente condujo su turismo «a pesar de haber consumido alcohol en cantidad que le privaba de los reflejos necesarios para conducir», según la sentencia.
En tal estado de embriaguez, en el kilómetro 348,5 de la N-322 «no se percató» de la presencia de dos ciclomotores donde viajaban los cuatro jóvenes y chocó con ellos «arrastrándolos por la calzada», lo que provocó la muerte de una joven de 18 años y heridas a otros tres.
La sentencia dice que el coche, tras el impacto, siguió circulando durante casi 300 metros, pero uno de los ciclomotores quedó debajo del motor, lo que hizo que finalmente el turismo se incendiara.
F.A.M. dio una tasa de 0,65 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, y en una segunda prueba 0,70 miligramos, además de que presentaba «ojos enrojecidos, aliento con olor a alcohol, conducta inquieta y exposición embrollada».
La condena de tres años y cinco meses de prisión lo es por un delito contra la seguridad del tráfico, un delito de homicidio por imprudencia grave y tres delitos de lesiones.