Ya hay jurado popular. Por lo tanto, todo está preparado para que los dos acusados del crimen de Belvís, Rufino G. y Flores A., tío y sobrino, comparezcan el lunes 25 por la mañana en la Audiencia Provincial de Toledo para aclarar si fueron ellos quienes idearon un plan para acabar con la vida de Antonio F., natural de Belvís de la Jara, y así apoderarse de los efectos que poseía, tal y como se señala en el escrito de acusación de la Fiscalía de Toledo. Hechos que tuvieron lugar en el coto del paraje «Los Baños», en Aldeanueva de Barbarroya (Toledo) el 30 de septiembre de 2013.
Flores y Rufino, sobrino y tío, quienes están en prisión, hoy a su llegada a la Audiencia Provincial de Toledo. El lunes 25 declararán ante el jurado popular.
El fiscal argumenta que con el pretexto de invitarle a una jornada de caza en el coto que explotaba Rufino y en el que Flores tenía libre acceso, invitaron a Antonio para que acudiera a una casa rural de Aldeanueva. Una vez allí, éste dejó aparcado su coche y cogió todos los enseres precisos para cazar, como el rifle, los visores, los cuchillos o los prismáticos, dirigiéndose los tres a un punto alto y de difícil localización dentro del coto.
Al llegar al punto elegido, según el relato del fiscal en su acusación, Rufino, quien caminaba un metro o metro y medio por detrás de Antonio, tras cerciorarse de que éste no veía el ataque y no tuviera posibilidad de defenderse, sacó una pistola y le disparó por la espalda, impactando la bala en la zona malar derecha para terminar alejándose entre la base del cráneo y la primera vértebra cervical, causándole la muerte en el acto debido a un shock traumático.
Inmediatamente después le quitaron la ropa, solo le dejaron con la interior, lo introdujeron en un saco de dormir y en unas bolsas de plástico y cavaron un profundo foso donde lo enterraron, tapando el foso y colocando por encima hojas y chaparros con la intención de que no fuera hallado.
La ropa de la víctima y sus enseres tales como tarjetas y documentos los enterraron. Y se llevaron los objetos de valor, como el rifle y demás elementos que iba a utilizar en la caza.
Más tarde la Guardia Civil descubrió, tras una batida en la finca, cartuchos, una escopeta y un rifle escondidos en huecos y zulos.
La Fiscalía los acusa de un delito de asesinato cometido con alevosía, por lo que pide 20 años de prisión para Rufino y 17 para Flores; un robo con violencia por el que pide 5 años para cada uno; y tenencia ilícita de armas, por el que pide 2 años para cada uno.
Está previsto que el juicio dure toda la próxima semana y serán numerosos los testigos que pasarán por la Audiencia Provincial.