La Audiencia Provincial de Toledo juzga el martes y el miércoles a un joven que apuñaló a su ex novia porque no quería reanudar la relación y para quien el fiscal pide una pena de 10 años de cárcel.
En su escrito de acusación, el fiscal solicita también que el acusado, D.V.G., de 23 años, indemnice a la víctima con 23.000 euros por las lesiones causadas, las secuelas y los daños morales.
Los hechos ocurrieron en abril de 2011, cuando el hombre se citó con K.L.V., domiciliada en Seseña y con la que hasta el mes de febrero había mantenido una relación sentimental de cuatro años, en un parque de la localidad madrileña de San Martín de la Vega.
Allí, dentro del coche, el hombre le dijo a su ex novia que quería reanudar la relación, y ante la negativa de ella, se empezó a poner nervioso y le ofreció regalos a cambio de seguir viéndose.
Cuando K.L.V. le volvió a decir que no, el joven sacó una navaja que llevaba en el maletero y empezaron a discutir.
Puso el coche en marcha y, aprovechando que la chica estaba mirando por la ventanilla, cogió la navaja que había dejado en el bolsillo y, «con ánimo de acabar con la vida de K.L.V. comenzó a lanzarle puñaladas al rostro» y llegó a clavarle la navaja en el cuello en tres ocasiones.
Además, el acusado, también «con el propósito de acabar con la vida de K.L.V.», hizo chocar el vehículo por el lado del copiloto en el que viajaba la víctima.
Esta quedó conmocionada por el golpe del airbag y, cuando recuperó la conciencia, salió del coche y huyó por la carretera, mientras que el hombre la perseguía con la navaja en la mano.
Al pasar por allí un autobús, la chica pidió auxilio y el conductor se paró para que subiese, mientras que D.V.G. huyó, aunque fue detenido y desde entonces está privado de libertad.
El fiscal relata las heridas que sufrió la víctima y dice que afectaron a zonas de riesgo vital y que hubieran causado la muerte de no haber recibido asistencia médica.