Eran las cuatro y media de la madrugada del lunes 21 y ya iba un poco puesto, sí… Porque fue el momento en el que una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico de Manzanares (Ciudad Real) procedió a interceptar un camión articulado y pidió a su conductor que se sometiera a la prueba de alcoholemia correspondiente tras haber cometido una infracción al reglamento general de circulación cuando iba por el término municipal de Valdepeñas.
Nada más bajar del vehículo los agentes comprobaron que presentaba síntomas evidentes de conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas. Nada más lejos de la realidad, porque en apenas unos minutos comprobaron que, efectivamente, las pruebas dieron unos resultados espectaculares: nada menos que 0,90 miligramos por litro de aire espirado en una primera prueba y 0,82 en la segunda.
Si tenemos en cuenta que el máximo permitido para conducir camiones de estas características es de 0,15, al ser un profesional del transporte, pues se pueden ustedes imaginar…
Inmediatamente fue detenido y el camión interceptado, aunque tras entregarse las diligencias en el Juzgado de Instrucción número 2 de Valdepeñas el conductor quedó en libertad con cargos.