Sucedió en Albacete hace unos días, cuando un vecino denunció en la Comisaría de Policía que había detectado que alguien había realizado una serie de extracciones de dinero de su cuenta bancaria y que el montante de lo sustraído era de 700 euros.
Como desconocía quién había podido ser, los agentes comenzaron la correspondiente investigación, constatando que había sido una mujer quien había realizado las manipulaciones necesarias para obtejer el dinero con la tarjeta del denunciante.
Cuál fue la sorpresa del denunciante cuando le comunicaron que la supuesta autora de la estafa… ¡Había sido su propia novia! Quien, como bien pueden imaginar, fue identificada y detenida.
La mujer aprovechó la relación con su novio para apoderarse de su tarjeta. Y como quiera que conocía el número secreto puesto que ya había hecho extracciones anteriores, éstas con el consentimiento del titular porque necesitaba ayuda por desconocer el idioma, pues hizo lo mismo hasta en cinco ocasiones más sin consentimiento de él.