Una mujer de 23 años, de origen marroquí, se presentó el viernes 19 en las dependencias de la Policía Local de Guadalajara con sangre en las manos, en el cuello y en la cara y denunciando que había sufrido una agresión por parte de su marido, tal y como ha informado hoy el ayuntamiento guadalajareño.
La supuesta agresión la dejó una mano hinchada
Además, tenía una mano hinchada. Al señalar que había dejado a su hijo menor en el interior del domicilio, los agentes la acompañaron hasta la vivienda, donde ya no se encontraba su marido. Inmediatamente después fue trasladada hasta un centro sanitario para que fuera asistida por las heridas que presentaba.
Y de ahí fueron con ella hasta la Comisaría de la Policía Nacional con el fin de que presentara la correspondiente denuncia.