Tenían una antigüedad de 50 años y se encontraban, como bien pueden imaginar, en un avanzado estado de deterioro. Eran 11 cohetes granífugos que se encontraban en el interior de una finca agropecuaria del término municipal de Pozohondo, en la provincia de Albacete, y que fueron desactivados por los Tedax del Grupo de Desactivación de Explosivos de la Guardia Civil de Murcia, tal y como ha informado la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha.
Los cohetes granífugos los descubrió el encargado de la finca
Fue el propio encargado de la finca quien los descubrió y, sin llegar a manipularlos, lo comunicó a través del teléfono de urgencias de la Guardia Civil, el 062. De inmediato, la zona del hallazgo quedó asegurada hasta que llegaron los Tedax.
La explosión, controlada, se realizó en un terreno cercano al lugar del hallazgo, utilizándose cargas controladas especiales para minimizar el impacto medioambiental.
La Guardia Civil avisa de que estos cohetes tienen una apariencia exterior inofensiva pero que son altamente peligrosos por su composición interna, y disponen de una carga explosiva que generalmente es muy inestable si se los manipula de forma incorrecta.