El juicio celebrado en la Audiencia de Toledo contra dos jóvenes por violar a una mujer de 42 años en el interior de un coche en La Villa de Don Fabrique (Toledo) ha puesto de manifiesto las distintas versiones que hay sobre los hechos ocurridos en la madrugada del 23 de diciembre de 2010.
Los acusados, Jesús S.H. y Francisco C.M., amigos de 23 y 24 años, han indicado que no violaron a la mujer, que las relaciones fueron consentidas y que fue ella quien se les insinuó y les provocó cuando la recogieron en el coche en una madrugada lluviosa para llevarla a casa.
No obstante, Jesús ha mantenido siempre que no tuvo acceso carnal y Francisco lo ha puesto en duda aunque inicialmente lo reconoció en el juzgado, pero precisando entonces que fue de manera consentida, unas versiones que han chocado con lo dicho por la víctima, R.C., en el juicio.
Durante el interrogatorio a los encausados, fiscalía y acusación particular han insistido en las contradicciones dadas por los jóvenes en el juzgado, no solo sobre si hubo o no acceso carnal con la mujer, sino sobre las circunstancias y detalles del hecho: quién pidió a quién montar en el coche, en qué momento el copiloto se sentó detrás con ella y si los dos jóvenes coincidieron con ella en la parte trasera del vehículo cuando estaba parado en el camino.
Ambos han reconocido que si ofrecieron versiones distintas de lo ocurrido en el juzgado, fue por miedo y por vergüenza tras haber sido denunciados, algo que no se podían imaginar, ya que solo hubo «besos y rozamientos».
JÓVENES Y VÍCTIMA SE CONTRADICEN
La versión de los jóvenes ha entrado en total contradicción con lo dicho por la víctima, quien ha mantenido que ellos pararon el vehículo la madrugada del 23 de diciembre de 2010 cuando iba a casa en una noche lluviosa y le ofrecieron llevarla a casa.
Sin embargo, la condujeron a un camino de tierra (camino de La Cervanta) situado a las afueras del pueblo, donde primero Jesús y después Francisco la violaron en la parte trasera del coche y la segunda vez con la ayuda de Jesús que le sujetaba las piernas mientras su amigo la violaba.
También ha dicho la mujer, que ha declarado tras un biombo, que las familias de los jóvenes le hicieron llegar a través de una prima que le ofrecían dinero a cambio de que retirara la denuncia y así «limpiar su imagen».
El abogado defensor de Jesús ha puesto de relieve la contradicción en que incurre la mujer cuando al psicólogo le comunicó que a raíz de la doble violación no podía mantener relaciones sexuales y tampoco se atrevía a quedarse en traje de baño.
Esto ha quedado en entredicho con la declaración de un testigo de nacionalidad rumana que tuvo relaciones sentimentales con la víctima y también a lo que habría comprobado un detective privado que fue contratado por las familias de los acusados para espiar a la mujer, una prueba que ha sido impugnada por la acusación particular.
LOS FORENSES DICEN QUE LA FUERZA NO FUE EXCESIVA
Los forenses han puesto de relieve, por su parte, que las lesiones que presentaba ella eran «leves» (dolores, arañazos y erosiones en las muñecas y en el tórax) y han precisado que si bien son compatibles con los hechos denunciados la fuerza ejercida para provocarlas no debió ser excesiva.
También han señalado que la ropa interior de la mujer no presenta desperfectos o desgarros.
Durante el juicio también han comparecido varios peritos del Instituto de Toxicología que analizaron el ADN de las muestras halladas en el Seat Córdoba de color rojo en el que ocurrieron los hechos y que han determinado que el semen hallado es compatible con el de Francisco y de otro varón desconocido, pero no de Jesús, aunque tampoco han podido determinar la data.
La fiscalía y la acusación particular solicitan 15 años de prisión para cada uno de los acusados, mientras que las defensas piden la libre absolución.
El juicio continuará el próximo lunes, 22, con los informes de las partes.