Fruto de las inspecciones periódicas que realizan los agentes medioambientales de Castilla-La Mancha contra el uso de métodos masivos de captura no autorizados, han sido localizadas en un coto de caza de Toledo tres jaulas trampa dispuestas para ser usadas y una decena de lazos colocados para la captura de carnívoros depredadores. Además, en una tienda de Albacete se encontraron dos cepos de seguna mano. En ambos casos se procedió a decomisar estos objetos ya que está prohibida su tenencia, utilización y comercialización.
La utilización de estas artes en el medio natural supone una infracción administrativa e incluso un delito.
«Los agentes medioambientales son pieza clave en la lucha contra la utilización de estos medios en el campo, pero la amenaza del proyecto de la Ley de Montes que pretende el Gobierno relegaría a los 6.400 agentes medioambientales de España a auxiliares de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, no pudiendo actuar en este tipo de casos, siendo meros observadores del presunto delito. Tampoco ayuda al trabajo de los agentes la recién aprobada Ley de Caza de Castilla-La Mancha, donde ha desaparecido la figura del ‘invigilando’, es decir, que a partir de ahora, para poder denunciar la aparición de cebos envenenados o lazos en fincas privadas hay que sorprender in fraganti a quien los pone, algo prácticamente imposible», indica este cuerpo profesional.