Los padres de la niña de siete años que falleció ayer en el incendio ocurrido en una guardería de Catar han pedido, por teléfono, a su familia que reside en Campo de Criptana (Ciudad Real) que se mantengan «fuertes» porque los necesitarán cuando regresen a la localidad para enterrar a su hija. La localidad ciudadrealeña de Campo de Criptana se ha levantado esta mañana consternada por la trágica muerte de Isabel, la niña de siete años que falleció ayer en el incendio ocurrido en una guardería de un centro comercial de Doha, la capital de Catar.
La niña murió mientras jugaba en la guardería del centro comercial mientras sus padres, Santiago Vela y Yolanda Mascaraque, aprovecharon dos días de vacaciones escolares de la pequeña para hacer unas compras, según ha explicado la abuela materna de Isabel, Juana Beamud.
La abuela ha hablado esta mañana con su hija Yolanda, que ha dicho a sus padres que están «tranquilos» y les ha pedido que sean «fuertes» para que les apoyen cuando regresen a Campo de Criptana para enterrar a la pequeña, porque los van a necesitar.
Juana Beamud, que es empleada municipal en el Ayuntamiento de Campo de Criptana, se enteró de la noticia a primera hora de la tarde por unos familiares que, en principio, no sabían cómo decirle que su nieta había muerto.
Por su parte, Gloria Vela, hermana del padre, ha señalado que Isabel era la única hija del matrimonio y ha añadido que llevaban unos cinco años residiendo en Catar por motivos de trabajo del padre.
El ingeniero Santiago Vela es director de finanzas de una empresa española que construye hospitales, colegios y centros comerciales, según ha indicado la tía de la niña.
La familia paterna conoció la noticia cuando Santiago telefoneó a un cuñado para que lo trasladara al resto de familiares: «Hizo una única llamada para que nos lo trasladaran al resto de la familia», ha precisado Gloria Vela.
Los familiares maternos y paternos no saben cuándo se podrá repatriar el cuerpo de Isabel y han asegurado que el alcalde del municipio, Santiago Lucas-Torres, les comunicó ayer que se había puesto con la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, para intentar agilizar los trámites de repatriación.
La última vez que el matrimonio visitó su localidad natal fue la pasada Semana Santa, pero tenían previsto volver el 25 de junio porque días más tarde iban a asistir a una boda de una prima de la madre en Cartagena (Murcia) e Isabel era la encargada de llevar las arras, según ha dicho Gloria Vela.
La tía paterna también ha dicho de su sobrina fallecida que era «avispada, dicharachera, extrovertida e inteligente» y ha apuntado que con apenas dos años ya era bilingüe y este año cursaba segundo de árabe.
Esta misma mañana, a las 9.30 horas, Gloria Vela ha hablado con su hermano, que le ha dicho que están «aguantando» y les ha pedido «calma», porque los necesitan «enteros y fuertes» cuando regresen.
Se da la circunstancia de que la familia paterna está atravesando momentos difíciles en los últimos meses ya que el pasado 24 de enero murió el padre de Santiago Vela.