El perro de la Guardia Civil marcó con claridad dónde estaba la droga: debajo de los asientos traseros. Y así era. Los seis kilos de hachís estaban ahí.
La droga iba bajo los asientos traseros del coche y el perro de la Guardia Civil la detectó. Eran seis kilos de hachís, distribuidos en seis bolsas que contenían 550 bellotas, que fueron encontrados en un control preventivo de seguridad ciudadana que los agentes habían dispuesto en la autovía A-4, a la altura del término municipal de Tembleque (Toledo).
Cuando pararon al coche para proceder a comprobar qué había en su interior, los agentes vieron la actitud nerviosa del conductor, un joven de 20 años que responde a las iniciales D.G.M., lo que motivó que llevaran al perro para que oliera.
Y éste marcó claramente los asientos traseros del coche, por lo que los inspeccionaron y descubrieron el hachís. El joven fue detenido por un presunto delito de tráfico de drogas y puesto a disposición del Juzgado de Ocaña, cuyo titular ordenó su ingreso en prisión.