Los abogados de los dos jóvenes «skin heads», Alfredo S.L. y David D.O., condenados por la Audiencia de Toledo por apuñalar en esta capital a tres jóvenes antifascistas en los Carnavales de 2012, van a recurrir la sentencia ante el Tribunal Supremo.
Así lo han anunciado a Efe los letrados Álvaro Sánchez de la Morena y Blanca Biezma, representantes de David y Alfredo, respectivamente, condenados a siete años y siete meses de prisión y a 10 años de cárcel.
En este sentido, Sánchez de la Morena ha indicado que el recurso de casación se basará en rebatir la declaración de los testigos que iban con el agredido, porque, no cree que vieran lo que dijeron que vieron la madrugada del 19 de febrero de 2012.
El abogado de «el willow» considera que los testigos han mentido y que a los jóvenes se les ha condenado por la alarma social que generó el suceso.
Por su parte, la letrada de «el redi» va a recurrir en casación por «error en la valoración de la prueba» e «infracción de precepto constitucional», según ha dicho Blanca Biezma, que durante el juicio insistió, sin éxito, en la nulidad del procedimiento seguido.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del 19 de febrero de 2012 durante los Carnavales en el casco antiguo de Toledo, en concreto en la zona del aparcamiento del hotel Cardenal, en la calle La Sierpe y en la plaza de la Magdalena, donde los acusados agredieron con navajas a otros jóvenes de ideología rival.
En la sentencia el tribunal aprecia que David atacó con una navaja a un inmigrante de origen búlgaro y de estética punk, por motivos de discriminación al tratarse de un joven con tendencias antifascistas y le aplica la agravante por motivos ideológicos.
En el caso del otro agresor, Alfredo, la Audiencia no considera que actuara guiado por motivos de discriminación ideológica al agredir a dos jóvenes heridos, y por tanto, no le impone la agravante en la condena.
En este caso, los jueces consideran que se trataba de un «miembro iniciático» del movimiento neonazi y que sus víctimas no exhibían estética punk, aunque sí lo hacía la novia de uno de ellos, que no fue agredida.