La conmoción se apoderó hace cinco días de la localidad toledana de Mocejón cuando un niño de 11 años, Mateo, fue asesinado mientras jugaba con sus amigos en el campo de fútbol ‘Ángel Tardío’ de la localidad.
Sobre las 10.00 horas del domingo un encapuchado entraba con un objeto punzante al polideportivo y si dirigió hacía Mateo al que asesto varias puñaladas y acabo falleciendo. Tras la agresión se dio a la fuga y no fue hasta 30 horas después cuando fue arrestado por la Guardia Civil. El detenido por el presunto asesinato del menor es un joven de 20 años, con posibles problemas mentales, según fuentes oficiales.
Vecinos con miedo, inseguridad…
Durante las 30 horas en las que se desconocía el paradero y quien era el asesino, la incertidumbre y el miedo se apoderó de los vecinos de Mocejón. «Teníamos miedo. El que más o el que menos tiene un hijo o un nieto pequeño que podría ser el siguiente», confesaba a ENCLM un hombre de unos 75 años residente en la localidad.
Igualmente, un padre y su hijo, de 60 y 30 años respectivamente, aseguran que han tenido una sensación de inseguridad «en este pueblo tan pequeño – de apenas 5.000 habitantes – nunca pasa nada. Siempre suelen ocurrir cosas como está en Madrid o Barcelona, que no lo justifico, pero aquí no lo esperábamos».
Ambos relatos, coinciden en un punto, «teníamos miedo a salir a la calle, sobre todo los que tenemos hijos o nietos menores de edad».
«Desde el asesinato lo hemos pasado muy mal», «es una situación complicada» y «es una pena» son algunas de las frases que los vecinos de la localidad toledana nos han trasmitido cuando han sido preguntados por como han vivido el fallecimiento del menor.
Mocejón no se esperaba que el asesino fuera del pueblo
Aunque, sin duda un hecho en el que han coincidió todos es que no se esperaban que fuera del pueblo, pues el presunto asesino había vivido en la localidad. De hecho su padre y sus abuelos residen en la actualidad allí, él estaba de visita.
«En ningún momento pensé que podría ser alguien de aquí, es devastador» o «con las primeras descripciones en ningún momento se me pasó por la cabeza que sería del pueblo».
No obstante, una mujer de unos 50 años relata: «No queríamos pensar que era del pueblo, pero para huir tenía que conocer los caminos y alguien que no es de aquí no se los sabe…».
También coinciden en que o no sabían quien era el joven o si lo conocían era de vista, pero en ningún caso de tratar con él. Al igual que con el padre, «no tiene mucha relación con la gente de aquí».
«Es lamentable lo de los bulos»
Respecto a las primeras descripciones del asesinos, varios personas, entre ellos niños que estaban presente en el apuñalamiento, dijeron que era rubio, rapado y con un tatuaje en la mano. Algo que no podría estar más lejos de la realidad, pues el joven de 20 años detenido como presunto autor confeso es de nacionalidad española, moreno y no tiene ni tatuajes ni esta rapado.
En este sentido, el bulo creado sobre la descripción abrió todo un abanico de opiniones infundadas, algunas de ellas: que era un integrante de una banda, que un menor no acompañado que se aloja en el hotel del pueblo o que era de nacionalidad marroquí.
«Me parece lamentable que se haya especulado con los bulos. Es una cosa seria que ha confundido a todo el pueblo», relatan el padre e hijo de 60 y 30 años.
También critican el daño que ha sufrido el portavoz de la familia, Asell Fernández, que asumió la responsabilidad de hablar con los medios, ya que es periodista. Desde que comenzó con las entrevistas las redes sociales no pararon de atacarle sin precedentes con comentarios como: «no será él, no?» o «tiene las manos manchadas – por tener fotos con niños africanos -«. Mensajes que, junto a los de odio hacia personas migrantes haciéndolas responsables del asesinato, han sido condenados por la delgada del Gobierno en Castilla la Mancha, Milagros Tolón, y han provocado que la Fiscalía habrá una investigación.
«Deberían de haberlo arrestado antes»
La detención se produjo a las 30 horas del asesinato. En una operación en la que participaron unidades especiales como el Servicio Aéreo, guías y canes de búsqueda de restos biológicos, el Grupo de Información de la Comandancia de Toledo, Equipos Territoriales de Policía Judicial (ETPJ), equipos ROCA y Seguridad Ciudadana de Illescas y Toledo.
Algo que no ha sido suficiente para algunos de los vecinos: «Sabían quien era, tenían que haberlo detenido antes, sobre todo para la tranquilidad del pueblo y de la familia de Mateo».
Actualmente, la Guardia Civil sigue buscando el arma homicida, ya que se encuentra en paradero desconoció. No obstante, según ha informado la Guardia Civil, una unidad cantidad, durante unos de los registros realizados este miércoles ha marcado un cuchillo con restos biológicos, por lo que se investiga por si podría ser el objeto punzante.
Se desconocen más datos de la investigación debido a que el Juzgado número 3 de Toledo decretó el domingo secreto de sumario.