La Guardia Civil, en el marco de la operación ‘Caila’, ha detenido a dos hombres, de 35 y 39 años, como supuestos autores de un total de 28 robos perpetrados en diferentes establecimientos públicos -bares, estancos y farmacias- y naves industriales de las provincias de Toledo, Ciudad Real, Lugo, León, Zamora, Madrid, Zaragoza, Valladolid y Valencia.
Estacionaban el vehículo en un lugar apartado
Según la información facilitada este martes por la Comandancia de la Guardia Civil de Lugo, la investigación se puso en marcha a principios del mes de marzo, en las localidades de Baralla y As Nogais, después de que cuatro bares de ambos municipios -uno de ellos incluso en dos ocasiones- fuesen asaltados, lo que provocó una gran alarma social en esa zona de la provincia.
Para perpetrar los robos, ambos sospechosos se desplazaban siempre en el mismo vehículo, propiedad de uno de ellos, aunque el coche en ningún momento llegaba a circular por las proximidades de los locales y naves asaltadas. De hecho, tenían por costumbre estacionarlo en lugares un poco alejados.
Ocultaban su rostro y utilizaban guantes
En alguno de los casos, los supuestos ladrones llegaron a dejar el coche a unos cinco kilómetros del lugar en el que finalmente perpetraron el robo y se desplazaron a pie. Para no ser reconocidos ocultaban su rostro y utilizaban guantes para no dejar huellas.
Además, para reventar las máquinas recreativas de los locales y hacerse con su recaudación, utilizaban amoladoras automáticas y un pico.
Según estimaciones de la Guardia Civil, el valor del botín robado en bares, estancos y farmacias ascendería a unos 36.000 euros. En cuanto a las herramientas sustraídas en naves industriales, fueron valorados en unos 21.000 euros. Una parte de ellas ya fue devuelta a sus legítimos propietarios.
Detenidos en Aranjuez (Madrid)
La fase de explotación de esta investigación se produjo en Aranjuez (Madrid), cuando los detenidos regresaban a casa, de vuelta del lugar en el que escondían el botín de sus robos.
En el vehículo se les intervino dinero en efectivo -2.300 euros en monedas y 1.765 euros en billetes-, supuestamente procedente de las máquinas recreativas; 160 cajetillas de tabaco y herramientas profesionales, todo supuestamente robado.
La investigación de la Guardia Civil permitió determinar que “la actividad delictiva” era “el modus vivendi” de ambos detenidos y de su grupo familiar, dado que no tenían otra fuente de ingresos, a pesar de que llevaban “una vida aparentemente normal con sus parejas sentimentales e hijos en sus localidades de residencia”.