Ocho personas -tres de las cuales ya están en prisión- han sido detenidas como supuestos integrantes de una red que explotaba sexualmente a 16 mujeres paraguayas en un local de alterne, que se ha clausurado, ubicado en las proximidades de Talavera de la Reina (Toledo).
Estas ocho personas se cuentan entre el más de medio millar de detenidos, en concreto 555, y 542 víctimas identificadas que dan como resultado de las 201 operaciones contra las redes de explotación sexual que ha llevado a cabo la Policía Nacional en lo que va de año.
De forma paralela, se han desarrollado ocho investigaciones patrimoniales, que han permitido la intervención de más de cinco millones de euros, según datos que ha ofrecido la Dirección General de la Policía en coincidencia con el Día Europeo contra la trata de seres humanos que se celebra hoy.
Como ha explicado a Efe el inspector jefe José Nieto, responsable de Inteligencia y Análisis de Datos de la Comisaría General de Extranjería y Documentación, los cabecillas de la red desarticulada en Toledo aprovechaban su condición de paraguayos para contactar con mujeres de su país en situación económica muy difícil y ofrecerles en España un trabajo de cuidadoras de niños o de camareras.
Tras su aceptación, las mujeres eran trasladadas al club de alterne, donde eran encerradas y obligadas a permanecer hasta saldar la deuda que contraían con la organización, de entre 3.000 y 5.000 euros por los gastos del traslado, documentación y otras gestiones de la «bolsa de viaje».
Se trataba, según explica Nieto, de un «préstamo» que debían devolver multiplicado por cinco o seis veces y que las mujeres nunca lograban terminar de saldar.
De hecho, cuando estaban a punto de conseguirlo, sus explotadores las «multaban» por cualquier motivo, como comer chicle en presencia de los cliente, permanecer más tiempo del establecido con uno de ellos o utilizar el teléfono móvil, entre otras «excusas».
Todo ello permitía a la organización obtener diariamente unos beneficios de entre 2.500 y 3.000 euros diarios, excluidos los pagos que las mujeres explotadas hacían para saldar esa deuda o lo que diariamente les abonaban en concepto de «plaza», es decir, por el alojamiento en el club, del que no podían salir y que permanecía totalmente cerrado por el día.
La Policía calcula que esta organización podía obtener unas ganancias de un millón de euros anuales.
Fue la llamada de un cliente al teléfono 900105090, atendido las 24 horas por agentes especializados de la brigada central contra la trata de seres humanos, la que puso sobre aviso a la Policía.
Al denunciante le llamó la atención las excesivas medidas de seguridad del club, en el que se habían realizado importantes reformas para convertirlo en un auténtico «fortín», con cámaras de seguridad instaladas tanto en el exterior como en el interior y un muro elevado alrededor del establecimiento.
Tanto es así, que el local disponía de un sistema de luces instalado en todas las habitaciones y controlado desde la zona de recepción para avisar a las mujeres de la posible presencia de policías.
Gracias a esta denuncia, la Policía logró detener a ocho personas -cuatro españolas, tres paraguayas y una portuguesa-, identificar a las 16 mujeres víctimas de esta red liderada por un hombre y su pareja paraguaya, y registrar dos domicilios en la provincia de Toledo y el club de alterne, que fue clausurado.
En los registros, los agentes encontraron algo más de 11.000 euros en efectivo, varios ordenadores portátiles y smartphones de última generación.
Nieto resalta el aumento de las denuncias de este tipo de delito, algunas por los propios clientes, gracias al anonimato que posibilita el teléfono habilitado por la Policía para este fin, que es gratuito y no deja rastro de la llamada.
Además, el correo electrónico trata@policia.es, abierto tras la puesta en marcha del Plan policial contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, preserva la confidencialidad de las denuncias.
Un plan que desde su inicio en abril del año pasado ha tenido una importante acogida. De hecho, en lo que va de año se han recibido 424 llamadas telefónicas y 284 correos electrónicos, lo que ha permitido iniciar 402 investigaciones y detener a 47 personas.