Ocurrió el pasado lunes 26 de julio a última hora de la tarde cuando la Central Operativa de Servicios (COS) de la Guardia Civil de Toledo recibió un aviso de que una persona había caído a un pozo situado en el camino Higares, en un desvío de la CM4001 en el término municipal de Olías del Rey.
Al llegar allí, los agentes de la Guardia Civil se encontraron con una mujer llorando porque su pareja se había precipitado a un pozo para rescatar al perro de ambos, de raza American Staffordshire Terrier, el cual se había caído en su interior ya que se encontraba en un desnivel, lleno de maleza a su alrededor y con una parte de este a ras de suelo.
A unos cuatro metros en un pozo de Olías del Rey
Al asomarse a la oquedad, los guardias civiles observaron cómo un hombre se encontraba a unos cuatro metros de profundidad, agarrado de una manguera a la vez que sujetaba un perro de grandes dimensiones. Este joven de 28 años se había lanzado a rescatar a su mascota y había quedado atrapado dentro del agujero sin poder salir ni él ni el animal, presentando un cansancio acumulado al tener a su perro sujeto en brazos.
Enseguida, los Bomberos del Consorcio Provincial de Toledo para montar un dispositivo de rescate, complicado por el peso del joven y de su mascota. Un bombero se introdujo en el pozo para extraer a ambos, tirando el resto junto a los agentes de la Guardia Civil de la polea. Tras conseguir sacar al animal y a su dueño sanos y salvos, éste último necesitó asistencia médica debido a que presentaba síntomas de hipotermia y mareos, siendo trasladado al Hospital Virgen de la Salud de Toledo para una valoración más exhaustiva por los sanitarios.