El juicio con jurado comenzará el lunes 7 y, en principio, se prolongará hasta el miércoles 9 en la Audiencia Provincial de Toledo, donde comparecerán un hombre y su hijo (C.P.G. y J.A.P.C., de 56 y 25 años) acusados por la Fiscalía de sendos delito de homicidio. Al hijo, además, se le imputan otros dos delitos, uno de daños y una falta de lesiones, tal y como se expresa en el escrito de acusación.
La triste historia comenzó sobre las ocho de la tarde del 4 de agosto de 2006, cuando un hombre que responde a las iniciales G.L.M. conducía un vehículo todoterreno acompañado de su padre, G.L.L., por la calle Calvo Sotelo de la localidad toledana de Navahermosa. En una zona estrecha de la calle coincidieron con otro todoterreno, que iba conducido por J.A.P.C.. Como, según el fiscal, había enemistad entre ambas familias se intercambiaron expresiones subidas de tono, lo que provocó que este último se bajara del coche y se fuera a buscar a su padre, que vivía cerca de allí. Mientras, G.L.M. y G.L.L. se subieron al coche y se marcharon.
Lo que supuestamente ocurrió a continuación el fiscal lo cuenta así: «J.A.P.C. llegó al domicilio familiar y le dijo a su padre que le querían matar. Ambos salieron de la casa, montaron en su vehículo y conduciendo a gran velocidad buscaron a G.L.L. y G.L.M. por las calles del pueblo, encontrándoles poco después cuando transitaban por la carretera CM-401 (Toledo-Alcaudete de la Jara), travesía de Navahermosa. J.A.P.C. adelantó al todoterreno, se cruzó en su trayectoria y frenó, obligándole a parar».
Al bajarse los cuatro de los dos vehículos se iniciaron dos peleas independientes. G.L.M. y J.A.P.C. se agredieron mutuamente con las manos y ambos resultaron heridos; mientras que G.L.L. golpeó con una barra de hierro de unos 90 centímetros en la cabeza a C.P.G. quien, a su vez, hirió a aquél con un cuchillo de cocina de 20 centímetros de hoja. Y a partir de ese momento se cruzaron las dos peleas.
Porque G.L.M., estando en el suelo, pidió ayuda a su padre cuando tenía encima a J.A.P.C., quien recibió un golpe en la cabeza con una barra de hierro que portaba G.L.L. Al levantarse, G.L.M. huyó del lugar. Por lo que en la pelea se quedaron C.P.G. y su hijo, J.A.P.C., contra G.L.L. Entre ambos, siempre según el relato del fiscal, hicieron que este último cayera al suelo, le quitaron la barra de hierro que llevaba y cuando se encontraba tumbado boca arriba le clavaron la barra de hierro de 90 centímetros en el abdomen, penetrando unos 20 centímetros en su cuerpo y produciéndole un desgarro y la ruptura de vasos renales y una hemorragia interna.
Aunque el herido consiguió levantarse, C.P.G. cogió de nuevo la barra y le volvió a golpear, hasta en tres ocasiones, en la cabeza. Aún así, intentó conducir el coche, pero rápidamente se desvaneció. Su hijo, que volvió con algún vecino, le sacó del coche, le tumbó en la acera y llamó a los servicios médicos. Pero G.L.L. fallecía poco después cuando era trasladado al hospital de Toledo.
A G.L.M., hijo de la víctima, también se le acusa de una falta de lesiones, por lo que se pide para él una multa de dos meses con una cuota diaria de 12 euros.