El fiscal y la acusación particular han pedido una pena de 14 años de prisión para el acusado de haber intentado asesinar en Chiloeches (Guadalajara) a un agente de la Policía Nacional el 28 de octubre de 2011 tras haberlo golpeado, supuestamente, varias veces con una barra de hierro.
Ha quedado visto para sentencia en la Audiencia Provincial de Guadalajara el juicio contra O.C.F., de 34 años, acusado de un delito de asesinato en grado de tentativa y que lleva en prisión provisional desde el 21 de diciembre de 2011.
En el escrito de calificación, al que ha tenido acceso Efe, el fiscal relata que el procesado se trasladó a Guadalajara en septiembre de 2011, después de tener conocimiento de una disputa entre unos familiares cercanos y la víctima, el agente de la Policía Nacional F.J.P.F., de 36 años.
Según el ministerio público, el acusado acudió a Guadalajara «con la convicción de realizar un acto de venganza», para lo cual se dejó crecer la barba y así evitar ser reconocido.
Tras su llegada a la capital alcarreña, O.C.F. buscó a su víctima, a quien finalmente encontró en una gasolinera el día 17 de octubre y a quien siguió hasta su domicilio en Chiloeches.
Sobre las 06:00 horas del 28 de octubre, el acusado acudió al domicilio «con una barra de hierro de un metro de longitud y tres cuartos de pulgada de grosor» y se parapetó entre el coche de la víctima y otro colindante para «evitar ser visto».
Cuando la víctima salió de su domicilio, 25 minutos más tarde, y se aproximó al coche, el acusado le asestó «un fuerte golpe de arriba a abajo» con la barra de hierro, y otros cuatro golpes más cuando cayó al suelo, antes de abandonar el lugar ante la presencia de un vehículo.
Como consecuencia de estos hechos, la víctima sufrió varias lesiones que comprometieron su propia vida, lo que requirió una recuperación de 240 días, 40 de los cuales los pasó en el hospital.
La Fiscalía considera que el procesado es culpable de un delito de asesinato en grado de tentativa, por el que pide 14 años de prisión y una indemnización de 16.000 euros por las lesiones causadas.
Por su parte, la víctima sigue de baja en la Policía Nacional y está a la espera de jubilación, según han precisado a Efe fuentes cercanas al caso.