La Fiscalía Provincial de Barcelona ha pedido tres años de prisión y 45.000 euros de multa al joven de Talavera que propinó una patada a una mujer en la Diagonal de Barcelona y también para el cámara que lo grabó todo. En su día, el vídeo causó un gran impacto por la brutalidad de las imágenes, y lo absurda y machista que fue esa agresión. Mario García Montealegre, que tenía 26 años, y su amigo Álvaro G.M. grabaron como le propinaba una patada por la espalda a una mujer, que le hizo cae al suelo y le produjo diversas lesiones. Ambos se enfrentan a la misma pena.
Mario García Montealegre hacía la cuenta atrás con los dedos, cuenta atrás que le puede salir muy cara. Y es que este joven de Talavera que por entonces tenía 26 años, le dio una brutal patada a una joven que espera en un paso de cebra a la altura del gemelo. El golpe hizo que la cayera al suelo y provocándole varias lesiones. Todo esto, ante la indignante risa que desprendía el “cámara” de este vídeo.
Ahora el fiscal pide para tanto para el agresor como para el cámara tres años de prisión y una multa de 45.000 euros. Están acusados de dos delitos contra la integridad moral y otro más de lesiones. El fiscal considera que es un agravante la alevosía con la que se produce la agresión y la discriminación por sexo.
El texto emitido por la Fiscalía, y según informa El Confidencial, pone de manifiesto que el sexo de la agredida tuvo un papel relevante en la agresión: «Guiados por su afán de humillar y ridiculizar a una mujer por el hecho de serlo (…) centraron su atención en una viandante a la que no conocían absolutamente de nada, que en ese momento se encontraba tranquila y confiadamente esperando un taxi junto a una amiga».
Además, así es como reproduce este fiscal la agresión, haciendo énfasis en la energía que utilizó el agresor para así producirle más daño a la víctima de esta patata, la cual, cree la Fiscalía que no debería quedar impune: «Contó marcha atrás con los dedos de su mano y acto seguido emprendió veloz carrera, directa hacia las jóvenes, propinando por la espalda y sin posibilidad de reacción por parte de ninguna de ellas, una brutal patada, inclinando para ello su pierna para disponer de más fuerza y poder impactar con más energía, en el tobillo derecho de N. G. S., circunstancia que provocó que cayera derrumbada fulgurantemente al suelo, todo ello entre carcajadas, abandonando los acusados rápidamente el lugar».