Una mujer tuvo una curiosa idea para solucionar (con creces) el extravío de su teléfon móvil: simuló que tres chicos se habían acercado a ella y, tras actuar violentamente, se lo habían robado. Esto fue lo que relató en la denuncia en un principio, pero ya en dependencias judiciales contó la verdad: que había simulado los hechos, denuncia incluida contra tres jóvenes que estaban en un establecimiento hostelero, para cobrar el seguro del aparato.
Los falsos hechos nunca ocurrieron en la Plaza de San Nicolás de Toledo.
Agentes de la Policía Nacional han detenido a una persona como presunta autora de una simulación de delito y de una tentativa de estafa.
La denunciante afirmaba haber sido objeto de un robo violento por parte de tres jóvenes que, previa agresión, le habrían arrebatado su teléfono móvil en la plaza de San Nicolás. Las gestiones practicadas por los investigadores permitieron demostrar la falsedad de la denuncia y que realmente, los hechos denunciados no se ajustaban a lo ocurrido, descartándose por completo la presunta autoría de los tres jóvenes que llegaron a ser identificados por los agentes en el interior de un establecimiento de hostelería. En su declaración en dependencias policiales, la detenida reconoció que el robo con violencia nunca tuvo lugar, sino que al percatarse de la desaparición de su teléfono móvil decidió denunciarlo de ese modo para poder dar parte al seguro.
Hechos como este no se tratan de un caso aislado, motivo por el cual la Comisaría de Toledo cuenta con un grupo de funcionarios especializados, dedicados a la investigación de este modalidad delictiva concreta. Estos agentes revisan todas las denuncias (robos, tirones, hurtos etc…) que, diariamente, se interponen en la capital, procediendo a realizar cuantas gestiones sean pertinentes para la comprobación de los hechos, a fin de llegar al esclarecimiento y averiguación de todas las circunstancias que rodean dichas infracciones penales.
La Policía señala que, una vez más que, simular ser víctima de una infracción penal, denunciar o acusar a otra persona de ser responsable de un hecho inexistente, es un delito tipificado en el artículo 457 del Código Penal y sancionado con multas que pueden llegar según el caso hasta los 24 meses e incluso, conllevar pena de prisión. «Además, acciones como esta provocan un retraso en la acción de la justicia y un serio menoscabo del correcto funcionamiento de los servicios policiales, con el consiguiente perjuicio para el ciudadano, dado que agentes que podrían estarse dedicando a la prevención de la delincuencia o a la investigación de otros hechos reales, se tienen que dedicar a realizar pesquisas sobre situaciones inexistentes», añaden.
«Lamentablemente, este tipo de denuncias, como falsos robos con violencia o intimidación de teléfonos móviles, efectos electrónicos diversos o carteras, robos con fuerza en vehículos o locales, cada vez proliferan más, siendo el motivo más frecuente obtener una compensación por parte de los seguros aunque en muchas ocasiones, los objetivos son tan irrisorios como ocultar a la pareja el extravío de algún objeto o un gasto injustificado», según el Cuerpo de Policía.