jueves, 28 de noviembre de 2024
por unanimidad 15/10/2015junio 7th, 2017

Los dos hermanos acusados de matar a un tercer hermano en 2012 en Campillo de Altobuey (Cuenca) han sido absueltos de forma unánime por un jurado popular en la Audiencia Provincial de Cuenca.

El jurado no ha considerado probado que los dos hermanos, Diego y Rubén M.N., disparasen el 19 de julio de 2012 sobre su hermano mayor, Roberto, con una escopeta de caza.


Asimismo, tampoco consideran como hecho probado la hora de la muerte entre las 3.00 y las 4.00 horas y sí las 10.30 horas del día 19, como sostenían la defensa y el autor confeso de los hechos, Argelio, padre de los tres implicados, que se suicidó en 2013.

Los acusados han recibido la sentencia absolutoria in voce y la Audiencia Provincial tendrá que emitir ahora la notificación definitiva.

A la salida de la sala, donde desde el martes se celebraba el juicio, les esperaban una decena de vecinos del pueblo y familiares, que les han abrazado con lágrimas de alegría.

Y es que, según ha reconocido el abogado de Diego, Pedro Bermúdez, el proceso ha afectado «profundamente» a los dos acusados, por «estar sentados en el banquillo con una petición de 20 años de cárcel», y especialmente porque «el proceso ha acabado con la vida de una persona, el autor de los hechos» y padre de los dos acusados.

Bermúdez ha resaltado que fue al ver a sus hijos en esa situación cuando «optó por suicidarse, porque no entendía que siendo él el autor material, realmente se estuviera incriminando a sus hijos que no tenían nada que ver».

Asimismo, ha criticado los «gravísimos errores y deficiencias que había en los informes forenses y que no se le podía ocultar a nadie».

Ha afirmado que no descartan «acciones legales contra los médicos forenses«, al considerar que «no fue no sólo un error sino actuando con mala fe que prestaron esas declaraciones» y dejarán en manos de sus clientes si deciden o no tomar esa medida.

El abogado ha avanzado también que pedirán una indemnización por los siete meses que los acusados pasaron en prisión preventiva, aunque ha reconocido que es «difícil» conseguirla en estos casos.

Por último, ha resaltado que «todos los jurados han tomado sus decisiones por unanimidad, no han tenido ninguna duda» acerca de cómo se desarrollaron los hechos.

Los sucesos ocurrieron el 19 de julio de 2012 y, según indicaron en ese momento fuentes de la investigación, el hermano fallecido, de 36 años, maltrataba de forma habitual a su familia -los padres y sus dos hermanos-.

Según dijeron en su momento estas fuentes, la familia presentó una denuncia contra el hermano ahora fallecido -que tenía antecedentes penales- y consiguió una orden de alejamiento de la víctima, si bien los familiares retiraron la denuncia.

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