Eran las siete de la tarde del sábado 8 de febrero. Como todos los sábados, el sacerdote de Fuensalida (Toledo) estaba oficiando la misa, ajeno a lo que estaba sucediendo en su casa.
Según ha podido saber este diario, le destrozaron la puerta y entraron a robarle dinero, principalmente.
Los osados ladrones lo hicieron sin importarles si alguien podía en ese momento verlos, ya que la casa del cura se encuentra a unos cinco metros de la iglesia y una de las entradas de la parroquia está justo enfrente de la vivienda.
Al cierre de esta información no se había producido ninguna detención y la investigación continúa abierta.
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