Parece ser que «les ponían» y se las llevaban así, sin más. Evidentemente, las pensaban cambiar por dinero, porque se podían valorar en unos 1.000 euros. ¿A qué nos referimos?
Pues a nada menos que 375 señales de circulación que dos vecinos de Albacete robaron en las carreteras CM-313 y CM-3133, en la misma provincia, justo aprovechando el cambio de las señales que la empresa encargada realizaba en esas vías.
Pues el material pesaba un total de dos toneladas y media y ya lo habían vendido en una empresa de gestión de residuos sólidos de Albacete. Esta empresa, a su vez, se las había vendido a otra del mismo sector, por lo que el destino final de las «pobres» señales era una fundición de Madrid, donde fueron destruidas, por lo que ha sido imposible recuperarlas.
¡Cómo está la vida!